Tres reflexiones [colectivas] sobre la visita de Francia Márquez a Chile

Francia hoy ocupa un lugar político privilegiado dentro del orden de su Estado-nación, pero mantiene una refrescante y aterrizada postura al plantear que “los espacios de poder son medios y no fines”, y que, aunque ver a una mujer negra, campesina y militante territorial ocupar esos espacios institucionales es profundamente significativo para las luchas populares, el trabajo aún está por hacerse.

Prólogo Libro: «Aquí Estamos Todavía»

Lo que el lector y la lectora tiene entre sus manos es el resultado de una investigación exhaustiva que, además de expandir las fronteras del conocimiento en distintos campos de estudio, se incorpora por derecho propio en esta genealogía de pensamiento político indígena surgido desde las resistencias colectivas.

Memorias y patrimonios en disputa

Desde Londres 38, espacio de memorias, instamos a levantar estas memorias y las nuevas, las que nacen con el pulso emancipatorio de la lucha social y que sustentan los valores de un nuevo proyecto político de sociedad.

El país de la noche más larga. Educación y sexualidad con vientos antárticos

La violencia que se reproduce en esta ciudad se desborda, la violencia que viven los cuerpos feminizados (…) . Los pobres de Natales sufren con sus cañerías que se destruyen, por quedarse sin agua; los natalinos sufren el dolor de no tener la calefacción en buena calidad (…) las miradas turísticas son una nueva forma de reproducción del colonialismo en estos territorios.

Entre el huracán y sus ruinas / Editorial hecha a manos

Por La Raza / No existe consenso poético aún (ni existirá) acerca de la imagen exacta que pueda describir con precisión la potencia de un huracán. Poco y nada se puede hacer frente a la invencible tromba de viento arrasando las frágiles, tristes e impotentes construcciones humanas (sean éstas edificios o versos).

El largo ciclo de la revolución caribeña

La “unidad submarina” −para seguir la metáfora del poeta barbadense Kamau Brathwhaite− de una lucha bullente, expresada a veces como movimiento político, otras como cimarronaje cultural, permanece activa en las costas de Las Antillas.