Tres momentos sobre un libro de dramaturgia. Presentación de Irán #3037

Por esa misma posibilidad de imaginar, de transmitir y conmover, invito a leer este texto. A leer dramaturgia. A escribirla también. A jugar, a imaginar, a proponer. Aprovecho de saludar también a los amigos de Ediciones Oxímoron por aventurarse a perpetuar la posibilidad de encuentro con el teatro contemporáneo, con este placer de leer lo que se puede imaginar en escena.

Agitar las memorias a 50 años del golpe cívico militar

En todos estos contextos (revuelta, pandemia, post-pandemia), la obra ha resonado con el contexto, ha removido el pasado en tanto testimonio de la barbarie y la resistencia, el presente como archivo que interpela el ahora y el futuro como advertencia de lo que es capaz la reacción.

Nunca nos hemos ido ni nos iremos

Reafirmamos y honramos a nuestras compañeras detenidas desaparecidas, luchando inclaudicablemente, al igual que ellas lo hicieron, por lo que queremos, lejos de la putrefacta premisa de lo posible, construyendo a largo plazo, pero desde este presente, desde lo comunitario, desde los territorios nuestro horizonte de una sociedad sin capitalismo, sin estado, sin clases sociales, sin patriarcado y sin ningún tipo de opresiones.

Ante el fallo por violencia sexual en Venda Sexy: un paso necesario [pero insuficiente] empujado por la lucha e insistencia feminista

Recalcamos que este logro parcial, es producto de la movilización de las feministas que de manera persistente y porfiada hemos señalado a la violencia política sexual como un crimen específico del Estado en contra de nosotras.

Estamos aquí a pesar de toda la muerte, de la misoginia, de la represión bestial que ha caído sobre nuestros cuerpos
Los cambios históricos que marcan un antes y un después tan profundo, suelen ser difíciles de procesar; a veces nos confunden o angustian y no logramos adaptarnos con la rapidez que quisiéramos. Para entender y saber enfrentarlos, es necesario mirar…
Memoria altamente politizada en la despolitización

Coherentemente, la memoria institucionalizada y los actores de la gestión de la memoria, salvo algunas excepciones, desestiman la especificidad de la represión sobre las mujeres y la omiten de sus demandas y quehaceres.