En conversación con sus creadores, Florencia Retamal nos cuenta más de la gestación de esta ópera pionera, su dimensión ética en el uso del lenguaje y las reacciones que causó con su presentación en España en febrero del 2025.
Hace más de 500 años un navegante de origen portugués quiso dar la vuelta al mundo al servicio del Rey Carlos I de España. Hoy recordamos y estudiamos ese momento como la primera circunnavegación de la historia.
Entonces, cuando el compositor chileno Sebastián Errázuriz y el director escénico argentino Marcelo Lombardero pensaron en crear una ópera que conmemorara el aniversario de este hito, decidieron formular una especie de contrarrelato, que en escena comienza así:
Hace más de 500 años, la aonikenk Golenkon (Evelyn Ramírez) tuvo un sueño: naves gigantes cruzaban el estrecho, cargadas de hombres que hablaban lengua extranjera. Poco después de que los barcos anclaran en Tierra, los extraños de los barcos se llevaron a un hombre de su comunidad, Kentelan (Francisco Arrázola). A partir de ese momento, Golenkon emprende una búsqueda junto a otra aonikenk, Xorenken (Marcela González), y Juan de Cartagena (Sergio Gallardo), un español abandonado en tierra firme por la expedición de Magallanes.
“Esto no es un documental sobre el viaje de Magallanes; es una ficción, es una investigación desde la premisa de qué sabemos o cómo imaginamos qué podría haber pasado con Juan de Cartagena”, explica el compositor y director de Patagonia, Sebastián Errázuriz. “Sí sabemos, por la crónica de [Antonio] Pigafetta, cronista italiano a bordo de la expedición de Magallanes, que Cartagena fue abandonado en esta playa… a lo mejor sí se encontró con gente e hizo una vida, entonces ese fue el detonante para contar esta historia: ¿Qué fue de Juan de Cartagena?”.
Mientras Errázuriz se unía al libretista Rodrigo Ossandón para imaginar el devenir del navegante español Juan de Cartagena en la Patagonia, obtuvieron un fondo Iberescena para financiar la producción. Poco después, el Teatro del Lago (Frutillar) y el Teatro Biobío (Concepción) se sumaron como coproductores de la pieza, y este último se convirtió también en el lugar de estreno en 2022. Un año más tarde, la obra tuvo una breve temporada en el Teatro Municipal de Las Condes, en Santiago, y ese mismo año recibió el premio Ópera Siglo XXI a la mejor producción latinoamericana de ópera.
En febrero de 2025, la audacia de Patagonia llegó todavía más lejos, haciendo el viaje de Magallanes a la inversa: en enero zarpó un barco desde Coronel rumbo a una gira que abarcó teatros de España y Portugal, convirtiéndose en la primera ópera chilena con libreto original en presentarse en Europa. El estreno en Madrid tuvo lugar en el Teatro de La Zarzuela, un recinto histórico que ha programado óperas desde 1856, donde la directora ejecutiva de Teatro Biobío, Francisca Peró, asistió a las funciones.

-¿Tenías la sensación de que podía ser incómodo hablar sobre la historia de Magallanes para España?
Siempre nos pareció un tema de interés e innovador incluso para Chile, con potencial de internacionalización justamente por las características de esta mirada desde otra perspectiva, desde la historia oficial, si queremos decirlo así; y también por el rescate de la lengua. Pero yo creo que en el entusiasmo y la convicción de generar nuevos títulos. Es una línea que tenemos como teatro: fomentar la creación propia, con la temática local y que es muy usual en el teatro de texto, que es el mundo donde yo vengo, pero poco usual en la ópera.
Dimensionar la potencia de decir los textos en el escenario de Teatro de la Zarzuela no lo comprendimos hasta que los escuchamos dichos y cantados ahí mismo. Y fue estando sentados en el territorio de ellos, donde nos dimos cuenta de la osadía de esto. De la osadía del Teatro de la Zarzuela también.

Una lengua que se habla no muere: aonikenk en la ópera contemporánea
Se dice que tehuelche es, en realidad, el vocablo con el cual el pueblo mapuche se refería a la gente del sur, y que significa “gente arisca”. Pero el nombre de uno de los pueblos que habitaba Chile más allá de Chiloé y Puerto Montt, así como la provincia de Santa Cruz en Argentina, es aonek’enk, y castellanizado, aonikenk. La última mujer hablante nativa de esta lengua, Dora Machado, murió el año 2018 en Camusu Aike, Argentina. Sin embargo, sus descendientes continúan reuniéndose en comunidad y estudiando la lengua. Sebastián Errázuriz y Rodrigo Ossandón se conectaron con estas comunidades a través de Zoom durante la pandemia, para contarles sobre Patagonia y la idea de incorporar la lengua aonikenk al libreto.
“En esta reunión, nosotros contamos de qué iba el proyecto. Termina nuestra exposición y con silencio ante montones de pantallas, una señora de la comunidad pide la palabra: ‘estoy muy emocionada. Si en algún lugar del mundo en un escenario se dice una palabra en aonikenk significa que nosotros existimos… así que adelante’”, relata Sebastián.
-¿Cómo fue el proceso de incorporar la lengua aonikenk a la obra?
En la escritura del libreto venía la escena donde estas mujeres hablaban entre sí, entonces, ¿cómo van a hablar? ¿Vamos a hacer una película de cowboy de los años 50? Es un problema estético pero también es un problema ético. Y ahí yo tengo un maestro muy marcado para mí, don Fernando García, que hablaba mucho de la ética antes de la estética, porque en el momento que nosotros hacemos que estas personas hablen en una lengua que no es la suya los estamos negando.
Sebastián se reunió con la soprano, Evelyn Ramírez y desde el punto de vista de la ópera, le entregó una contraindicación, la de incorporar consonantes a su canto: “esta obra se canta en castellano y en tehuelche”, le dijo.

Lo que Patagonia dejó en España
En España el 12 de octubre se celebra como el Día de la Hispanidad, con carnavales donde países latinoamericanos realizan pasacalles mientras la corona desfila en uniforme militar en una de sus carrozas. Durante la conmemoración de 2024, hubo publicidad en paraderos de autobuses y estaciones de metro de Madrid, Sevilla y Barcelona con la oración “Nada por lo que pedir perdón”, seguido de “Lo que España dejó en América es mucho más de lo que se llevó”, una frase del politólogo argentino Marcelo Gullo.
Por eso, era previsible que cuando Patagonia se subiera al escenario del Teatro de la Zarzuela cantando en aonikenk sobre la llegada de los europeos al estrecho de Magallanes, se extendiera un fragor de sorpresa en el público. La reacción de la crítica fue diversa; en medios como Codalario afirmaron que era una obra llena de “politiqueos”, mientras que en Ópera World la definieron como “conmovedora”. Pero en cualquier caso, la verdad es que Patagonia pasará a historia como la primera ópera en presentarse en un idioma indígena americano en un teatro español.
-Es muy interesante que el título de esta ópera sea Patagonia, y no Magallanes. Eso dice con antelación desde qué punto de vista se contará la historia.
La ópera se llamó Magallanes, y de repente, pasaron dos cosas; una fue que nos dimos cuenta que ya existía una ópera que se llamaba Magallanes, que al final nunca supe si se estrenó o no. Pero, todo lo que sabemos hasta ahora de este viaje lo sabemos contado por hombres blancos europeos; entonces, nosotros tenemos el deber ético de contar esta historia desde el territorio con mujeres tehuelches.
***
Patagonia regresa con funciones al Teatro Biobío a finales de este 2025 y se va de Europa esperando cerrar nuevas funciones en territorio chileno.
Ficha Artística
Dirección musical Sebastián Errázuriz | Dirección de escena y dramaturgia Marcelo Lombardero | Escenografía Noelia González Svoboba | Vestuario Luciana Gutman | Iluminación Marcelo Lombardero y Felipe Muñoz | Coreografía Ignacio González Cano | Audiovisuales Leandro Pérez.
Reparto Golenkon Evelyn Ramírez | Xorenken Marcelo González | Antonio Pigafetta Nicolás Fontecilla | Juan de Cartagena Sergio Gallardo | Ikalemen María Paz Granjean | Kentelan Francisco Arrázola | Hombre español Manuel Páez

Perfil del autor/a: