¡Caramba, Corina!

La crónica roja femenina tiene un rol importantísimo en el adoctrinamiento de una sociedad funcional, donde las mujeres son buenas, no engañan a sus maridos, no abortan a la mano de obra, y no salen de sus casas. La que se sale de la norma, se gana el titular en la crónica roja y un espacio en la memoria popular por décadas.