lo personal quedó relegado, y eso, creo, es una huella que todavía queda en muchas personas que les tocó vivir la dictadura. Eso veo como observadora al menos, que lo personal quedó relegado y que eso genera otras heridas, otros desafíos.
Un incendio forestal en el barrio alto de la narrativa chilena: «Budnik» de Juan Carreño
Podríamos decir que todo Budnik se rebela contra esta práctica que capitaliza la realidad, como si operase con objetos desechables. Ante ello, la estrategia es tajante: la autoexpropiación como estética y consigna, como una ética a contramano de la enajenación y el individualismo, como amorosa entrega a lo colectivo.