Compañero Mario, un lanzazo al patrimonio fílmico de Chile

«El footage siempre lo trabajaban los que tenían plata, siempre los burguesitos que iban al persa Bio Bio a comprar material, después se compraban un proyector de 16, lo grababan y hacían películas. Los que en general ocupan el footage siempre tratan de conseguir el original del original. El de nosotros fue digital nomás. No nos íbamos a poner a buscar 16 milímetros para que se viera en mejor calidad. Por esa misma urgencia del mensaje, de la bronca contra el mensaje, de la bronca contra las imágenes.»