(texto en proceso desde 2001)
8 de octubre 2018, 02:00 p.m.
Se activa alerta por brote de un virus que afecta a la población más vulnerable. Se declara Estado de Sitio en todo el país. Un camión militar atraviesa la calle a alta velocidad, lo sigue una camioneta blanca que se detiene poco antes del semáforo, descienden del vehículo cinco hombres, todos vestidos de blanco. La crisis política, social y económica provocada por la derecha y que venía socavando al único gobierno elegido democráticamente hace explosión. Durante la noche operan fuerzas especiales del Departamento de Control de Epidemias. Las autoridades sanitarias competentes han diseñado medidas necesarias para el control y prevención del contagio. La ciudad está tomada. Un fuerte golpe extermina a más de tres mil personas produciendo un quiebre irreparable. El sonido de las sirenas se ha vuelto habitual. Los paramédicos portan maletines de auxilio. Se corroboran los protocolos de actuación que han puesto en marcha las diversas comunidades autónomas para prevenir futuros contagios. La escena vuelve a abrirse. Las autoridades decretan toque de queda a partir de las siete de la tarde. Se prohíbe abandonar las casas. Un joven de 28 años muere acribillado por personal militar. Una enfermedad respiratoria desconocida, altamente transmisible, se manifiesta por fiebre, dolor de garganta, tos, mialgias, rinorrea. La versión oficial señala que se trataba de un extremista que había infringido la orden de alto. Los paramédicos visten trajes sellados y escafandras. El más joven comanda las acciones. Dos de ellos avanzan hacia la intersección de las calles, el resto se pierde en el callejón a media cuadra del departamento. Se confirmó tiempo después que era un grupo de personas que volvía de un día de campo, habiendo solicitado permiso a Carabineros para circular en horas de toque de queda. El joven era conductor de la locomoción colectiva, portaba salvoconducto. Ninguno de los pasajeros del vehículo oyó la orden de alto. Es cómo la especie convive o se aniquila. Aun no existe inmunidad para esta cepa. Semáforo en rojo. Un silbato de alarma cruza la avenida. Una mujer del edificio de enfrente se asoma por la ventana, un hombre la jala del brazo, la mujer desaparece.
Doble clic. Brote: Existe tendencia a utilizar el término “brote” más que el de “epidemia” pues su impacto en la opinión pública es menor para expresar la propagación de una situación, hasta este momento “normal” y que puede ser fácilmente controlada. Doble clic. Actualmente nos encontramos en la fase seis de la pandemia, lo que significa que existe transmisión sostenida del virus de persona a persona. Algunos presentan una evolución más grave que se complica con otras fallas. OMS ha puesto en marcha un gigantesco despliegue de intervención sanitaria, de formación especializada y medidas de seguridad preventivas estrictas para evitar el contagio, así como el uso de trajes especiales para quienes tengan contacto con el paciente o sus fluidos corporales. Se corroboran protocolos de actuación que ponen en marcha diversas comunidades autónomas a fin de prevenir futuros contagios. La información es transmitida por cadena en las pantallas de todos los televisores. Se ha detectado que el posible brote epidémico tiene una fuente común de infección de origen por lo que sigue afectando a miles de personas en diversos países de distintos continentes. Según noticias que circulan en las redes, entramos en la fase final, en espera de las siete plagas de Egipto descritas en la Biblia. Oscuridad y muerte de los primogénitos. Se trata de una de los primeros virus que en una posible inhalación, ingestión de esporas o contacto cutáneo, muta en patógeno, afectando a animales herbívoros, domésticos o silvestres, hasta que entra en el hombre como huésped accidental. El virus constituye un peligro potencial de grandes proporciones, amenaza estrechamente ligada al uso del virus como arma biológica. Guarda el archivo. Las características de alta resistencia a condiciones adversas, bajo costo y facilidad de dispersión del virus por corrientes de aire y vientos o liberación accidental de esporas puede causar millones de muertes antes de que se desate una epidemia. Se activa la alarma mundial. Existen procedimientos específicos destinados a la vigilancia de eventos que revisten peligro mundial, especialmente en casos de liberación intencional de agentes biológicos patógenos que pudieran poner en riesgo la salud pública en todo el planeta, pero, hasta el momento, la mayoría de los casos han sido leves, sin requerir hospitalización y con una mortalidad global de 1 a 6 por mil. La OMS declaró alerta internacional y actividades decisivas para el éxito de los esfuerzos internacionales de contención en aeropuertos con vías directas de evacuación a los hospitales para evitar que el virus se disemine.
Hombres vestidos de blanco con trajes sellados y escafandras miden los niveles de toxicidad. Fumigan y esterilizan a las personas sanas para limitar tiempo, lugar y número afectados, que en este caso es mayor de lo que se esperaba.
Pronto, el sonido de las sirenas irá quedando atrás, la ciudad en silencio y las calles nuevamente vacías. Mercedes selecciona el texto completo, pincha cuadro de estilo y el formato se ajusta. Oprime guardar archivo. El mismo que al día siguiente aparecerá con otro nombre flotando el escritorio. Se desconecta y se va a la cama; mientras se desviste piensa en Sofía.
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