El Pueblo se ha despertado de una larga noche. Y no habrá nada que celebrar mientras aquello que con hierro nos amarra, siga vigente como hace 40 años.
La poesía es la rebelión contra el Estado
Entre esas llamas e incendios aparece este femenino poemario camuflado en libro como un nuevo tráfico que infecta. Y es que sin tráfico nuestros imaginarios y rebeldías no prosperan para enfrentar la agonía del centro del mundo. La invitación de estos poemas es a contagiarnos, exponiendo las tripas de su autor para ser devoradas por les hambrientes de deseo, alimentando espíritus oscuros, brujas sin dominio ni nación que deambulan por las noches bailando.