¿Cómo? ¿El poeta Juan Carreño escribiendo sonetos? Precisamente por la fama de quienes se autodesignaron guardianes del soneto es necesario escribirlos -y deformarlos, si no, cuál sería la gracia- porque hay que ocupar todos y cada uno de los espacios que el mundo conservador cree, no sé de dónde y por qué, de su propiedad.