Acércate. Siéntate en este sofá enmohecido y bésame. Todo es cuestión de tiempo. Tiempo para que nos acostumbremos a esta rutina. No es tan malo. El día tiene estas cosas: son calurosos en verano y en invierno: ácaros. Verde (no sé por qué, pero imagino que los ácaros son verdes), así como tus short de jeans. Siéntate sin miedo. No te vas a enfermar. Ráscate y se pasa. Como las pulgas. Es corto. Como el beso que ni siquiera me has dado. Breve, como la despedida de nuestro encuentro. Breve, como lo que sientes por mí. Entonces, acepta la invitación para este arrumaco sucio. Siéntate aquí a mi lado. Prometo no demorarme en hacerte sonreír un poco. Va a ser divertido. Pica y listo ¡Solo da agonía! Hazme compañía durante unos minutos, lo que te puedas quedar. Te aseguro salud. La calidad del acolchado está en garantizada. Está hecho con espuma de cama, tiene almohadas y lino de trescientos hilos. No crecerás más al permanecer allí de pie. Las personas solo crecen hasta los 21. Veintiuno. Después se encogen. Vamos ¡Vamos! Ahora pon tu trasero aquí en este sofá y hazme cariño ¡Solo te pido eso ! Un calor que venga de tu cuerpo en este verano. Caliéntame. Olvida el desorden de la casa. Los ácaros no hacen mal, ya lo dije. Calienta mi cuerpo que ellos mueren. Solo están aquí para hacerme compañía ¡Pero yo te quiero a ti! Siéntate luego aquí ¡Siéntate! Te quiero de mi lado. Siéntate pronto. Te estoy mandando. ¿No me escuchaste? ¿Por qué nunca me escuchas? ¡Siéntate aquí conmigo! No me gusta mandarte, pero lo estoy haciendo ¿Me oyes? Por favor, me gustaría encarecidamente que te acerques. quiero que te acerces a este sofá y que te sientes a mi lado. Ahora. Siéntate aquí conmigo, quédate a mi lado, quizás te saque más tarde, tal vez llore más tarde, quizás necesites quitarte los zapatos ¿No quieres sacarte los zapatos, querido? Están pesados en tus pies. Quizás sea por eso que estás tan parado allí ¡Anda! ¿Cuál es el problema de quitarse los zapatos y luego sentarse aquí? O siéntate y luego quítate los zapatos. Para sentir el olor bien cerca. Para tenerte cerca ahora. Puedo incluso llorar un poco si esto te ayuda a obedecerme ¿Viniste hasta aquí y no te quieres sentar? No te quieres sentar conmigo. ¿Qué te he hecho? ¿Qué pasa cuando alguien tiene dificultades para acercarse? ¿Qué pasa en tu cabeza? La mía está de lado ¿Te diste cuenta? Siempre tumbada, nunca recta, en línea siguiendo a la columna, no. Siempre estoy inclinada para algún lado. O algunos. No quiero un desafío. Ven aquí a ver. Acércate. Quédate más cerca de mí que luego me inclino ahí. Me retuerzo. Me retuerzo y caigo para ti hasta que no puedas aguantarlo. Quédate tranquilo porque dicen que soy liviana, no lastimo mucho. Creo que voy a gritar ahora porque el día está demasiado tranquilo y este edificio erguido me molesta. Me está picando un poco aquí. Quizás tengo que levantarme e ir hasta ti, tocarte violentamente, empujarte al sofá y saltar encima con algo de fuerza. Pero calma, soy liviana. Es solo fuerza de expresión, ¿sabes? ¿Viste a los bichitos que andan por aquí? Caminan y duermen y fingen libertad. Eso les doy a ellos: libertad. La que tienes ahora para decidir que no quieres sentarte a mi lado. Y eres tú quien está decidiendo. Yo solo hago solicitudes. solicitudes de deseo, de voluntad, de deseo. ¡Siéntate aquí ahora! Siéntate pronto en esta espuma desgastada. Antes que yo. Antes que te haga enloquecer.
¡Siéntate! ¡Siéntate! ¡Siéntate aquí conmigo! Siéntate aquí al lado de mío y de estas bacterias amigas que me dan la alegría de la convivencia ¡Bésame! Anda: Siéntate y bésame aquí para cerrar mi boca ¡Pronto!
(¡Acción!)
Así me gusta. Y disfruto.
Hay mucho que hacer.
¿Sientes?
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