“La mejor forma de resistencia a la violencia, no es enfrentarla sola, es juntarnos, crear formas de vida y reproducción más colectivas, fortalecer nuestros vínculos y así verdaderamente, crear una red de resistencia que ponga fin a toda esta masacre.” Silvia Federici, en Uruguay, 2017.
Esta guía es fruto del trabajo hermanado entre Rosas Mosquetas y Casa Revueltas, colectivas feministas que nos unimos para crear un documento, destinado a mujeres organizadas de diferentes territorios, que brinde una orientación precisa sobre cómo abordar situaciones de violencia en relaciones sexo afectivas, independiente de la orientación sexual.
La violencia en las relaciones íntimas, de pareja o simplemente sexo afectivas, son expresiones de una violencia dirigida contra las mujeres, que se sostiene en la internalización de un sistema de creencias sexistas basadas en la subordinación, sumisión y dominio sobre las humanas. Esta violencia, según la Convención Interamericana Belem do Pará, se identifica como “cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
La violencia contra las mujeres es un problema de carácter estructural en las sociedades latinoamericanas, en las que el héteropatriarcado se entrecruza con el colonialismo y el capitalismo-extractivista, produciendo múltiples formas de opresión, que las mujeres y niñas experimentamos generación tras generación, y más aún, quienes crecemos y vivimos enfrentadas con la pobreza, el racismo y el héterosexismo. Es por esto que, a partir de nuestras inquietudes como mujeres organizadas y acuerpadas, compañeras, amigas, madres, hijas, hermanas, investigadoras, artistas, terapeutas, cuidadoras y acompañantes, decidimos encontrarnos y compartir experiencias en Casa Revueltas; espacio interdisciplinario, donde se realizan variadas actividades, entre ellas, la entrega y servicio de terapias orientadas hacia las mujeres, en las cuales, a través de procesos reflexivos y de sanación, ellas pueden ir liberándose de vivencias de violencia íntima y conectando con el auto-cuidado. En este lugar físico, nos reunimos a reflexionar sobre cómo podemos abordar colectivamente la violencia en relaciones sexo-afectivas, desde un posicionamiento político y ético feminista.
Sabiendo que la violencia es un tema complejo, creemos relevante posicionarla como un asunto público y como una problemática social, es decir colectiva. Esto es importante, porque implica ir a contramano y desaprender la intrincada creencia de que la violencia es un tema “doméstico” y por lo tanto “privado”. Sostenemos la idea -y ésta a la vez nos sostiene- que todas podemos contribuir a su erradicación, construyendo otras realidades para nosotras en el aquí y en el ahora, en donde las mujeres vivamos con mayor libertad, sin miedo ni desconfianza, integradas en una red que nos apoye y contenga, y que actúe como escudo protector y sanador frente al daño que la violencia patriarcal provoca. Para ello necesitamos crear nuevas formas de relacionarnos fuera de los parámetros impuestos por esta sociedad racista, heteropatriarcal y capitalista-neoliberal. Fugarnos, y a la par, reconstruir un tejido social que nos permita sostener nuestras vidas en términos materiales y afectivos. La ética feminista nos ha enseñado que no estamos solas, y que juntas, organizadas, tejiendo redes y nutriendo vínculos, vamos a vivir una vida que valga la alegría vivir.
Con esta guía intencionamos la articulación de redes socio-comunitarias feministas que permitan sostener a largo plazo el proceso de acompañamiento, incitando a las mujeres a organizarnos, a tejer redes de apoyo mutuo entre nosotras para erradicar la violencia en todos los espacios; entregando herramientas para el proceso de primera acogida de una situación de violencia, el cual ha de ser guiado, orientado y acompañado debidamente en todo momento, con el objetivo de, con el tiempo, comenzar un proceso de reparación y sanación colectiva. Además de informar sobre cómo proceder en el ámbito jurídico e institucional para visibilizar y denunciar la violencia, porque aunque sabemos que el estado no nos protege, el sistema tiene sus recovecos y por nuestra experiencia como acompañantes en situaciones de violencia, es importante conocerlos para navegar en él en caso de que lo necesitemos.
Deseamos que esta guía, construida con mucho amor entre mujeres, amigas y compañeras, constituya una caja de herramientas para grupos de amigas, vecinas organizadas, colectivas feministas y organizaciones sociales, que están acompañando a mujeres que atraviesan una situación de violencia. Esperamos que encuentren en ella información valiosa para brindar orientación, compañía, apoyo y contención.
Chile, año 2020.
En plena crisis dentro de la crisis.
A 1 año de la revuelta popular.
En distanciamiento social por la pandemia Covid-19, que ha agudizado la violencia feminicida a la que sobrevivimos a diario las mujeres, el racismo, la lesbofobia y la precariedad de nuestras vidas.
Nos cuidamos, nos organizamos.
*Introducción del texto la Guía de acompañamiento comunitario entre mujeres, frente a situaciones de violencia en la pareja, que será lanzado el domingo 22 de noviembre a las 18:00 hrs. vía Facebook Live de Casa Revueltas.
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