La compañía La Fábrica Teatro es parte de la cuarta versión del Festival Mestiza con la obra “Alas Negras”, la que bajo la dirección de Claudia Fernández aborda el racismo institucional y sus consecuencias a partir de la experiencia de Joanne Florvil.
Bajo el lema “Más allá del límite”, el encuentro trae –entre el 23 y 26 de septiembre- siete obras de Chile, Colombia, Australia y Uruguay, junto a tres instancias formativas a cargo de maestras internacionales de México, Perú y Argentina, paneles de dialogo y mucho más, de la mano del GAM.
Las obras se presentan bajo la modalidad del “paga lo que puedas” desde 2.000 pesos, mientras que las actividades formativas son gratuitas, previa inscripción.
Toda la información está en www.mestizachile.org/
¿Cómo describirían el trabajo escénico que realizan y que en esta edición traes al festival?
El trabajo de la compañía está enfocado en la independencia de la creación e investigación de un lenguaje escénico fundamentado en el trabajo corporal. Desde esa premisa, se propone hacer converger distintas disciplinas artísticas como el teatro, la danza, la música, la plástica y lo audiovisual, en donde el cuerpo y sus diversas formas interpretativas y comunicativas puedan plasmar una poética propia.
La mirada crítica respecto de la sociedad en que vivimos y del territorio en que habitamos es piedra angular, en donde el sentido por la justicia social es asunto transversal en las temáticas a tratar. Para ello, se ha indagado desde una investigación teórica rigurosa conjugada con múltiples formas, técnicas y disciplinas ligadas a la expresividad escénica, en pos de elaborar un lenguaje con múltiples significancias que logren abrir diversas vías perceptivas y lecturas para el/la espectadora.
¿Por qué acudir a las temáticas que estás abordando en esta creación?
“Alas Negras”, al ser un trabajo de autoría, nos permite adentrarnos con total autonomía en temáticas que nos remueven y que nos afectan directamente como mujeres, como trabajadoras, como personas que vivimos en un mismo territorio y que tenemos que lidiar día a día con múltiples formas de violencia. El caso de Joane Florvil, devela las lógicas instaladas desde la institución chilena respecto de la presencia de comunidades extranjeras, específicamente, la comunidad haitiana que habita en este país, sin apoyo y con una brecha idiomática a cuestas.
La muerte de Joane Florvil, mujer haitiana, acusada de abandonar a su hija de dos meses, controvertidamente, a las afueras de una Oficina de Protección de Derechos de la Infancia, se erige en nuestra memoria más próxima como uno de los casos emblemáticos de violencia institucional con forma de asesinato de Estado.
Las políticas públicas vigentes hasta la actualidad abandonan los procesos de migración. Y la manipulación de la información desde los medios masivos de comunicación, terminan por afectar la opinión pública, discurso al que damos valor en la obra. Sumado a ello, la figura de la mujer encarnada como “la mala madre” es un juicio al que se somete históricamente a las mujeres que maternan.
Frente a la violencia estructural (institucional) que opera en el país, de manera indiscriminada hacia los sectores más vulnerados, nos parece de suma importancia y de extrema urgencia abordar y visibilizar -desde nuestra labor teatral- temáticas como “el ser mujer, pobre, migrante y negra” dentro de una sociedad clasista, machista, xenofóbica y aporofóbica.
¿Cuál es el valor que tiene para ti ser parte de este encuentro de mujeres creadoras escénicas de latinoamérica y el mundo?
Como compañía estamos muy contentas de ser parte de este espacio de colaboración entre mujeres. Creemos que la sobrevivencia de estas iniciativas se sostiene en la resistencia histórica y colectiva de las mujeres. Desde ahí, se hacen necesarios estos espacios de encuentro, que revitalizan nuestra labor artística y creativa, dando el escenario para visibilizar los quehaceres de mujeres creadoras, desde sus diversos territorios, y así compartir entre mujeres, nuestras propias visiones de mundo, nuestros impulsos y anhelos, que se configuran desde una lógica transgresora, transformadora y esperanzadora.
¿Qué invitación le harías al público?
Queremos invitar al público a apoyar esta iniciativa autogestiva, sostenida entre mujeres, dado que el espíritu colaborativo es lo único que hoy nos sostiene. Les invitamos a participar activamente del festival, de todas las funciones, de cada taller y conversatorio, y también, a activar sus redes para fortalecer la difusión. Y por supuesto, a que vean “Alas Negras”, unipersonal que desmonta las violencias frente a la migración, a partir del caso de Joane Florvil; una puesta en escena de autoría, con un lenguaje teatral que se sostiene en lo físico, lo audiovisual, entretejido con una composición musical original. Un montaje dirigido por Claudia Fernández, realizado con un profundo sentido de amor y de justicia social.
Equipo Editorial LRC