“Herencia Material: Villa San José De Los Choros” es un proyecto cerámico que hice a partir de algunos objetos heredados y otros sustraídos de mi casa familiar donde mi bisabuela y sus descendientes han vivido por más de 100 años”, cuenta la artista de la región de Coquimbo, ganadora del “Premio Municipal Arte Joven 2022 – 2023”.
En términos generales, al hablar de memoria y herencia familiar podríamos entender la primera como la capacidad de recordar y reconocer momentos, instancias e información aprendida de un contexto y época; y la segunda, unida a ésta, jugaría un papel crucial en la manera que nos relacionamos con nuestro pasado, presente y futuro más íntimo y secreto.
Javiera Castillo (27), titulada en Artes Plásticas con mención en Cerámica en la Universidad de Chile enfoca su trabajo en reflexiones matéricas en torno a la cerámica y su vínculo con objetos culturales en el contexto familiar y doméstico. El 2021 se tituló de Ceramista con el proyecto “Herencia Material: Villa San José De Los Choros”, proyecto que fue seleccionado y formó parte de la cartelera del 2023 del Centro Cultural de Cerrillos, y en el cual reflexiona sobre el pueblo donde vive parte de su familia, Los Choros, ubicado a más de 90 kms. de La Serena, región de Coquimbo.
“Me interesaba poder ligar el traspaso del afecto y la memoria de quienes descendimos de este lugar con procesos propios del vaciado, mediante la reducción, deformación y desgaste de las copias resultantes. Abordar la reproducción a través de la matriz del objeto original, entendiendo esto último desde la genealogía y su linealidad, como también desde la oralidad, mostrando que la copia resultante da cuenta del traspaso de información en el relato”, explica.
Durante el mes de Abril de este año se realizó la exhibición del “Premio Municipal Arte Joven 2022 – 2023” en el Centro Cultural La Moneda, certamen en donde Javiera obtuvo el Primer Lugar en la categoría “Arte Textil – Cerámica – Orfebrería” con su obra titulada “106”, consistente en la reproducción de ciento seis copias de un fragmento de adobe del único muro en pie de la casa de sus tatarabuelos, seriados desde entre los años 1910-2017 que fue el período en que su bisabuela Felisa Barrera vivió en el pueblo de Los Choros.
“-106- lo elaboré por la pena de perder a un ser querido que me vinculaba al norte, donde la cerámica con su cualidad de ser inalterable en el tiempo, fijaba este extracto de un muro de adobe a través del fuego. Cada copia en aspectos formales es bastante idéntica a la anterior, entonces, las 106 copias obtenidas están seriadas con los años que mi bisabuela vivió en este pueblo y así, esbozar el cimiento de una construcción”, detalla sobre esta obra.
Tanto en sus obras “Herencia Material: Villa San José de Los Choros” como en “106” Javiera trabaja en la serialización de objetos, donde algunos eran obsoletos y en desuso, mientras que otros eran decorativos y utilitarios, señalando que le interesaba mucho presentar “series distorsionadas del objeto original, el que de alguna forma se vuelve inalcanzable, lo que tiene estrecha relación con la forma en la que construimos recuerdos y las cosas que guardamos que nos dan una guía de ciertos episodios de nuestra vida”.
Actualmente, Javiera está desarrollando un proyecto en torno al Museo de Ofrendas de Andacollo, espacio que alberga una colección muy heterogénea de ofrendas que se le han encomendado a su virgen desde el siglo XVIII, que van desde jarrones de porcelana y joyas hasta camisetas de futbol, carnets de identidad y juguetes; buscando dar cuenta de los cruces visuales que se logran encontrar en este espacio.
“Me parece muy fascinante la relación tan estrecha entre lo que expone el Museo, con la comunidad y la historia del santuario, donde se puede percibir el cambio cultural de los distintos objetos en el tiempo. Me ha costado un poco abordarlo, porque siento que este Museo es el desborde mismo de información. Me encanta como se entrecruzan relatos y materialidades en cada salón que existe. Creo que es algo muy propio del peregrinaje y la religiosidad nortina”, detalla.
En cuanto a este proceso, Javiera ya ha generado el cruce de algunos objetos seleccionados a partir de la matriceria en yeso para su reproducción en cerámica. “Empecé con dos elementos contenedores de agua: una cantimplora de agua bendita con la forma de la Virgen de Andacollo, y una reproducción de un jarrón chino de porcelana pintado a mano”; objetos que serán exhibidos hasta el 22 de diciembre en Vitrina BAJ, proyecto que convocó un espacio colaborativo para la comercialización de diversas piezas de arte emergente en Balmaceda Arte Joven. Y en cuanto al próximo 2024, Javiera mostrará su “Herencia Material: Villa San José de Los Choros” en Punta Arenas y “106” por extensión de un convenio del PMAJ en la Feria Chaco 2024.
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