Contenido sensible revisado bajo los criterios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) en la guía Prevención del suicidio: un recurso para profesionales de los medios. Si consideras que este contenido te podría afectar, por favor no lo leas.
Conversar con Amapola Saball López, para una superviviente a la muerte por suicidio, es casi como una revelación, una epifanía que reconforta. Es ella, de hecho, quien me presenta el concepto «superviviente».
Habiendo pasado un año y medio de mi propio duelo, conviviendo con terapia, tratamiento, grupo de apoyo, y libros sobre la muerte y el duelo, me reúno con Amapola, activista y creadora de @asi_canta_el_amaranto, cuenta que nace tras la muerte por suicidio de su hermana mayor, Amaranta, para visibilizar y desestigmizar este tipo de duelo.
En su cuenta, Amapola comparte sobre su proceso y, por sobre todo, educa e informa, acercando conceptos como “posvención”, que dan, a quienes la seguimos, una claridad y guía dentro de esta nueva vida que se lleva con la muerte y el duelo.
Así es como dos supervivientes, en el mes de la prevención del suicidio, se encuentran.
Después de intercambiar unos mensajes, acordamos de conversar en un café. “Para comer algo rico”, me dice Amapola entre risas. Concuerdo: para hablar de la muerte a veces se necesita la compañía de algo dulce.
Llegamos al mismo tiempo al café, nos abrazamos como si nos hubiéramos extrañado estos meses y entramos. Adentro hay ruido y afuera solo queda espacio en una mesa compartida donde dos mujeres están sentadas trabajando en sus computadores, sin audífonos. “¿Será que cuando se desocupe una mesa afuera nos podamos cambiar?”, le pregunto a la mesera. Ella resuelve rápido diciendo que está la mesa compartida con las dos mujeres. “Es que tenemos que hablar de algunas cosas”, le digo mientras nos miramos con Amapola, con cierta complicidad. La mesera nos responde que ningún un problema, que nos avisará.
“Te imaginái, estar ahí al lado, hablando de un tema bien livianito”, le digo a Amapola y nos reímos.
Hablar de la muerte es difícil, hablar de suicidio es más. El duelo por suicidio es un duelo silencioso y silenciado, pero la voz de Amapola resuena.
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Amapola Saball López (29) trabaja con lo que queda de la vida de quien ya no está. Arqueóloga de profesión y activista por convicción, estudia y resguarda lo que quedó y a quienes quedaron. “Si bien la arqueología por una parte ayuda a entender y a resignificar el pasado, también nos hace mirar el pasado con la perspectiva que tenemos del presente y juzgamos con ello el pasado. Este proceso de juzgar el pasado para una persona superviviente es súper doloroso porque una se pregunta ‘pucha, si yo hubiese sabido esto o si yo hubiese sabido esto otro’, pero he aprendido que probablemente incluso ni las propias personas que murieron tendrían esas respuestas. Eso lo aprendí mucho tiempo después. Probablemente si mi hermana estuviese aquí, ella tampoco tendría todas las respuestas de las preguntas que nos hacemos”, comenta.
Amaranta, psicóloga y música, murió por suicidio en noviembre del 2019, cuatro meses antes de la llegada de la pandemia de Covid-19 al país. “Gran parte de mi duelo se desarrolló durante la cuarentena y en ese tiempo yo empecé a leer mucho y a estudiar mucho sobre el suicidio porque tenía tiempo, tenía pena y no sabía qué hacer. Y, por otra parte, mi cuñado, Tomás, quien era el marido de mi hermana, era periodista e historiador, y escribía columnas de opinión respecto al estallido social y a la pandemia haciendo alusión a la salud mental y en ese contexto escribía mucho sobre Amaranta”, recuerda. “Yo lo leía, me inspiraba harto porque él abiertamente hablaba del tema, y me puse a escribir lo que sentía en mi cuenta personal de Instagram, pero siempre teniendo a Tomás como referente”.
A menos de un año de la muerte de su esposa Amaranta, Tomás, falleció luego de una operación, en septiembre de 2020. “A mí me marcó muchísimo, no solamente había perdido a Amaranta, también había perdido a mi cuñado y con él se iba la historia compartida con mi hermana. A los dos meses de la muerte de Tomás, creé @asi_canta_el_amaranto. Si bien Amaranta gatilló esta idea, con la muerte de Tomás se materializó”, explica Amapola sobre su cuenta que hoy tiene más de 40 mil seguidores.
Esa inspiración y admiración yo la encontré en ti. A los pocos meses de la muerte por suicidio de mi pareja, Leo, empecé a seguir tu cuenta y me ayudó a darle forma a lo que sentía, y a conocer conceptos como superviviente, sobreviviente y posvención. Conceptos que hasta hoy yo veo que no son tan usados ni por la comunidad médica-científica ni en las políticas públicas de salud mental y prevención del suicidio. Para quienes no los conocen, ¿podrías explicarlos?
Los supervivientes somos quienes quedamos tras una muerte por suicidio, la comunidad afectada por esa muerte. Los sobrevivientes somos quienes hemos tenido algún intento de suicidio.
La posvención, en términos concretos, es la prevención que se hace en comunidades que fueron afectadas por una muerte por suicidio, específicamente, a los supervivientes. Es todo el mecanismo de contención posterior a una muerte para que las personas puedan sobrellevar el evento traumático y puedan hacer una elaboración sana del duelo, mitigando las propias probabilidades de morir por suicidio. Estar expuesto a una muerte por suicidio puede elevar tu riesgo de morir por suicidio casi en un 30%. Esa es una cifra muy alta. Entonces, necesitas hacer una intervención con estrategias similares a las de la prevención, que tienen que ver con temas de psicoeducación o educación en general, con saber qué es el suicidio, cuáles son los mitos, cuáles son los estigmas asociados, el uso del vocabulario. Solo que en la posvención se suma el tema de los grupos de apoyo, todas las temáticas de elaboración del duelo, todas las estrategias de resignificación, de memoria, buscando esas formas de canalizar ese duelo. Lograr que las personas vean en sus historias un foco de esperanza, de una vida distinta, pero no por ello más mala.
Es una prevención frente a este mayor riesgo de suicidio de los supervivientes.
La posvención sí es una prevención, sí requiere los mismos elementos, como acceso a instancias de salud mental, condiciones de vida dignas, sino ¿cómo vas a pensar en el duelo? Por ejemplo, una persona que es el sostén familiar económico no se puede derrumbar, no puede elaborar su duelo. Ahí tienes una complejidad y es una persona que está en una situación súper vulnerable a la que tiene que entrar la contención que brinda la posvención. Según mi opinión y experiencia, la prevención es desde que tú naces. Desde las condiciones en las que te gestaron tus padres, de tu núcleo familiar, de la sociedad que te recibe, de cómo te criaste, de la cultura detrás, etc. Todo eso permea tu forma de poder experimentar el mundo, de poder sentirlo, de poder habitar en él o de sufrir en él.
La prevención no se va a entender sin las voces de los supervivientes. En ningún caso. O de las personas que son sobrevivientes también, o de los profesionales. Las voces de las experiencias son sumamente importantes para darle cara a las necesidades que se abren en el momento.
¿Cómo fue para ti exponer tu historia y exponerte a ti en redes sociales para este propósito?
Tenía mucho miedo de causar daño, un estigma adicional o cualquier otra cosa a raíz del mal uso de la información. Tenía que preocuparme de que la información y la comunicación no romantice esa idea del suicidio o de ser superviviente, o incluso sobreviviente.
Recibí harta retroalimentación de psicólogas y psicólogos, que empezaron a seguir la página, porque hay distintos públicos a los que está orientada la cuenta, llegan personas supervivientes, sobrevivientes, acompañantes de duelo, personas que quieren saber del tema, y profesionales de la salud mental. Entonces me apoyé mucho en ellos, para usar la terminología correcta, para que no se me escapara el contenido de las manos, para poder hacer las derivaciones correspondientes de los casos más críticos.
¿Cómo fue también conectar con otros supervivientes?
No esperé crear comunidad, no pensé que se iba a dar, pero se dio. Yo busqué finalmente desaguar un dolor por mi duelo y también una preocupación genuina de ¿por qué nadie está hablando de estos temas aquí? O ¿por qué está tan poco visibilizado? Siendo algo que es una experiencia que probablemente ha vivido más de la mitad de las personas que conozco. Si cada 40 segundos una persona muere por suicidio y el impacto de un suicidio es de entre 100 a 120 personas, estás generando más o menos 120 supervivientes por cada 40 segundos también. Pensaba que sí o sí alguien iba a tener una historia. Si todos tienen una historia asociada, ¿por qué no se ve reflejado en plataformas donde se encuentran muchas personas como lo son las redes sociales?
Nosotras la primera vez que hablamos fue hace algunos meses cuando te escribí para decirte que admiraba mucho el trabajo que hacías como activista y tú me respondiste con un mensaje muy hermoso de que estábamos conectadas y juntas en este duelo. Imagino que diariamente te deben escribir personas para hablar contigo, tanto para agradecerte como para pedir contención o ayuda. ¿Cómo trabajas con esto?
Hay días que me dedico netamente a hacer contención y derivación. Yo los mantengo ahí, recabo los datos necesarios para tratar de derivarlos a una entidad que pueda ayudar o alguna línea de ayuda. Después trato de hacerles seguimiento, les escribo cómo estás hoy, cómo te has sentido, en qué puedo ayudar. También, en algunas ocasiones, he podido recaudar poquitos fondos con la página y, en el caso de que si alguien necesita una terapia de emergencia, destinarlo a eso. Es poco lo que puedo hacer en términos de acción, pero al menos eso he podido ir canalizando y ha ido funcionando de a poquito.
Hay un post que hiciste hace un tiempo donde recogías la frase “el activismo me ayudó a sanar el trauma”. ¿Por qué elegiste el activismo mientras estabas viviendo tu propio duelo?
Esto se dio más espontáneo de lo que parece. Pienso que durante el duelo, hay gente que necesita el activismo como una forma de canalizar la rabia, la pena, o en acciones concretas que pueden generar comunidad, pero no es obligatorio, lo doy como opción. Hay gente que realmente le sirve mucho darle voz a su dolor y a su experiencia y poder unificar esa experiencia con otras personas, y eso puede ser muy sanador en algunos casos.
El darle voz significa que probablemente alguien lo pueda escuchar y alguien pueda resonar con ese mensaje. La gente piensa que el activismo solamente es hacer una pancarta y ponerse a gritar. No, tiene que ver con armar redes, conectarse con otros, preguntar cómo estás, hablar de la temática, buscar espacios seguros. Tomar una acción. Es tener agencia sobre esto. A mí nunca me ha gustado el concepto de víctima de suicidio. Al contrario, me gusta el de superviviente, porque me da un rol independiente, autónomo y de agencia, que yo tengo agencia sobre mi proceso. Eso me ha enseñado el activismo. Además, el activismo educa. Tiene un rol muy importante en difundir información, en cuestionar las fuentes, en cuestionar los relatos hegemónicos, en ir contra la corriente, que es muy duro, pero también permite ver las cosas desde otra perspectiva, y ver las cosas de otra forma genera relatos nuevos que pueden ser sanadores también.
Y el activismo también surge cuando hay carencias a nivel sistémico y social, y no se está hablando de ese dolor.
El activismo nace de una falta y también a veces de una negligencia de que te pasen a llevar. Por algo también salen a marchar los colectivos LGTBIQ+, las temáticas de salud mental, vivienda, educación, salud, porque claro, hay algo que está faltando. Y si la gente se está muriendo, y de verdad está muriendo por suicidio, es porque está faltando algo muy importante. ¿Qué mundo estás construyendo que la gente no se quiere quedar en él? A pesar de que el suicidio es multifactorial, es multicausal, hay factores genéticos, hay factores familiares, comunitarios, sociales, culturales, económicos, etc. Es importante el rol del sistema público, del Estado, en canalizar políticas que permitan hacer una mejor prevención del suicidio y finalmente mejorar la calidad de vida de las personas. Entonces, yo digo que cuando uno lucha por la prevención, o aboga por la prevención y posvención, estás abogando por la calidad de vida de las personas. Es transversal el tema de la salud mental por lo mismo. Estamos hablando de acceso a recursos, a educación, a instancias donde las personas puedan solventar sus necesidades básicas. Hay que dejar de pensar en la temática del suicidio que le compete solamente al mundo médico-científico. Es algo que permea todas las aristas de la sociedad y que todos tienen algo que decir al respecto. Para los supervivientes, la mayoría de las iniciativas que se han hecho respecto a prevención y posvención de suicidio han venido desde ellos mismos. Los supervivientes han llevado la voz de estos temas y generalmente son poco escuchados. Ahora están teniendo más relevancia, pero ellos son los que han posicionado este tema y que son, somos, las voces de los familiares que quedamos atrás.
El mes de septiembre, específicamente el 10 de septiembre, es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, en otros países como Brasil o Uruguay existen campañas potentes en vía pública, hay más visibilidad y pareciera que hay más políticas de prevención, ¿qué pasa en Chile?
En Chile no es tan potente el día porque está muy mediatizado también. El día siguiente es el 11 de septiembre y después vienen las Fiestas Patrias. Es un mes de una carga histórica muy importante para nuestro país. Entonces, en esa coincidencia de fechas, todo está enfocado a estos otros dos hitos, que no deja de ser algo un poco contradictorio porque septiembre es el inicio de la primavera, las Fiestas Patrias son momentos álgidos en relación al suicidio, por el consumo de alcohol, la soledad, reuniones familiares, el inicio de la primavera… Todos estos factores pueden ser gatillantes súper importantes en esta temática, pero yo creo que netamente tiene que ver por un tema de fechas.
Y en términos de políticas públicas, ¿en qué se está trabajando?
Ahora se está haciendo un estudio, el más grande de posvención en Chile, es un proyecto del Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS), financiado por Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). De hecho, he tenido la oportunidad de participar como experta por experiencia en los protocolos que deben existir, como intervenciones, como en material educativo, y este estudio va a ser muy expositivo a futuro.
¿La idea es que este estudio al final esté disponible para instituciones privadas, públicas, que quieran utilizarlo?
Sí, para un plan de intervención a nivel nacional respecto a la posvención en Chile. Es un proyecto a gran escala finalmente. Ahora, el plan actual de prevención del suicidio, no incorpora la posvención, sigue siendo muy relacionado solo a la prevención. Pero tengo fe que con estudios como el que te comento, se pueda complementar ese plan y se puedan generar políticas integrales en torno a la posvención del suicidio. Hoy está muy al debe, los grupos que existen son autogestionados, no hay recursos, no hay seguimiento. Tampoco hay mucho entendimiento del alcance que tiene la muerte por suicidio acá en el país. No quiero dejar de lado que existe la línea de ayuda *4141, la cual que no sirve solamente para contener, sino también sirve como catastro demográfico para saber cuál es la población que está pidiendo ayuda, de dónde son, dónde están y poder sectorizar mejor la ayuda y recursos también, con planes concretos para las regiones que tienen tasas más altas, entre otros aspectos.
Es necesario tener esta información y que estos estudios se realicen porque si no tienes esta información, es muy difícil proyectar a futuro las políticas públicas útiles para el manejo de estas temáticas. Estamos al debe, pero a mí me motiva el hecho de que hay personas profesionales que están investigando. Ojalá fuese de un día para otro, o hubiese estado para nosotras en el momento en que todo comenzó, cuando terminó nuestra vida anterior y comenzó esta otra nueva vida, pero al menos sí tengo fe de que personas que van a venir a futuro sí van a contar con los cuidados, el manejo y con los recursos para poder sobrellevar esto de mejor forma. Yo siempre digo que hicimos lo que pudimos con las herramientas que teníamos y trabajamos para que otros tengan más y logren hacer más de lo que pudimos hacer nosotras.
¿Tú sientes que uno de los objetivos de la posvención es que las personas, los supervivientes, encuentren esperanza?
Yo creo que sí. O las ganas de volver a vivir una vida. Que vean que se fue una vida, pero que existe esta otra vida que uno tiene que empezar a vivir. Ese es el objetivo. Pensar que nos pasó algo terrible como familia, como sociedad, etc., aprender a sobrellevarlo, poder elaborarlo, poder resignificarlo, y poder seguir viviendo. No olvidar a la persona, pero que no sea tan dolorosamente agudo, por decirlo de alguna forma. Porque doloroso va a ser siempre. El tema es que ese dolor no te haga olvidar la alegría de vivir. Yo pienso mucho en ojalá poder disfrutar de la vida y disfrutar de las cosas que mi hermana no pudo disfrutar, quiero disfrutar por dos. Poder ver esas cosas que ella no vio. Ver un futuro distinto. Construir una sociedad distinta de la que ella vivió. En eso radica, por ejemplo, mi esperanza. Si no tuviese esperanza, no estaría aquí probablemente. Preguntarnos el por qué seguimos vivos a pesar de lo que pasó. Algo debe haber, y ese algo se debe poder desear.
La esperanza te deja ver tu futuro.
Sí, creo que la esperanza es lo que va sosteniendo también la vida de todas las personas que estamos acá. Yo creo que la esperanza da tiempo porque te permite aguantar un poco más. Pero la esperanza por sí sola no funciona sin todo un aparataje. Por eso digo que la esperanza da tiempo. Y ahora hay que ver qué hacemos con ese tiempo y ahí es donde juegan todos los factores como las redes de apoyo, políticas públicas, etc., aquello que te permita pasar de aguantar a sobrellevar, y de sobrellevar a vivir. Pienso que es pasar de ser supervivientes a volver a ser vivientes, por decirlo de alguna forma.
¿Existe esa posibilidad, de pasar de supervivientes a vivientes?
Yo creo que sí. La verdad es que uno no pasa de un estado y se abandona el otro. Yo creo que podemos pasar un día en que nos sintamos más vivientes, como puede haber días en que volvamos a ser supervivientes, es ir cruzando de un umbral a otro, solo que ese otro estado no se olvida para siempre. Yo creo que esto es una constante dinámica porque constantemente estamos elaborando el duelo. Y donde además el duelo en sí son varios duelos al mismo tiempo porque estás constantemente despertando. Hablamos de la vida que no fue, de la persona que no fue, de no poder envejecer con esa persona, que esa persona no esté en tus ciclos vitales, que esa persona no experimente las cosas que tú estás viviendo en el mundo. Uno está constantemente despidiéndose. Entonces, uno va y viene en esta dinámica.
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Línea de ayuda Chile
Si tú o alguien que conozcas necesita ayuda, comunícate con:
– Línea *4141, para personas en crisis de salud mental relacionado al suicidio. Atención 24 horas, todos los días
– Fundación José Galasso. Salud mental en educación superior en Instagram @fundacionjosegalasso
– Fundación José Ignacio. En www.fundacionjoseignacio.org grupo de apoyo de supervivientes
– Fundación Todo Mejora para niñxs y adolescentes de diversidad y disidencia sexual en Instagram @todomejora
– Fundación Míranos para la prevención en la tercera edad en Instagram @fmiranos
– Fundación Katy Summer. Prevención del suicidio adolescente y lucha contra el bullying, en Instagram @fsummercl y en su página www.fsummer.org
– Centro EM. Atención psicológica y horas disponibles en Instagram @centroem.cl
– Fundación Círculo Polar. Agrupación de pacientes con trastorno bipolar y sus familiares en Instagram @circulopolarong
– Clínica de duelo. Grupos de apoyo en distintos duelos en Instagram @clinicaduelo y en su página www.clinicadeduelo.cl
– Gaby Diéguez Gioia. Talleres y charlas gratuitas de duelo en Instagram @gabydieguez_ps y en www.gabrieladieguez.com
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