Este mes de octubre de 2024 se cumplen cien años del natalicio del escritor José Donoso –Premio nacional de Literatura 1990–, reconocido como un autor fundamental de la literatura hispanoamericana. Y una de las formas de conmemorar la vida y obra de este autor único es este volumen titulado Una empresa existencial. Extractos de entrevistas a José Donoso, parte de la colección Umbrales de la memoria de Alquimia Ediciones.
El libro contiene un prólogo de la escritora Lina Meruane que relata un encuentro con Donoso en 1994 (dos antes de la muerte del escritor), cuando ella, estudiante de periodismo, le solicitó una entrevista. A modo de bonus track, se incluye dicha entrevista titulada “El escritor de la tribu”.
Literalmente hablando uno deja una obra admirada, después respetada y finalmente olvidada. En la enormidad de lo que es el tiempo astronómico, ¿cómo se pueden tener pretensiones de sobrevivencia de la obra literaria? Es una hormiga, no es nada, entonces yo no puedo tener la pretensión de sobrevivir, no me importa.
(“¿Quién es José Donoso?”. Jorge Oporto Marín, revista Mensaje, n°338, mayo de 1985)
Yo creo que en todo novelista que tiene una modesta cantidad de éxito, como el caso mío, siempre se preserva dentro de sí el germen del fracaso.
(“Entrevista a José Donoso” (Santiago, 6 de septiembre de 1989), Osvaldo y Gabriela Obregón, América, n°7, 1990, Francia)
No sufro mucho escribiendo los libros, para nada. Sin embargo, después me viene una crisis sicosomática y he estado muy grave a veces.
(“Conjeturas sobre la memoria de un escritor”, Andrea Alonso, El Sur, 3 de septiembre de 1995, Concepción)
Es una cosa que me viene, que no sé de dónde me viene, porque es curioso, pero yo de niño chico (estoy creo que no le he contado nunca) me hacía el enfermo porque no me gustaban las matemáticas, me trataba de refugiar estando enfermo y que me llevaran a la enfermería.
(Off the record: José Donoso, Fernando Villagrán; Rodrigo Gonçalvez, uctv, 1996)
Escribo siempre mi diario. Escribo posibles conjeturas acerca de las posibles novelas que escribiría, me cuento a mí mismo cuentos posibles, análisis posibles.
(“José Donoso: ‘Tengo una perversa pasión de novelista’”, María Elena Aguirre, Revista de Libros, n°50, El Mercurio, 15 de abril de 1990)
Yo he hecho por gusto lo de la prosa. Evidentemente, en ella hallo un placer, que no he encontrado tanto en la poesía. Tiendo a leer más prosa que versos, e incluso le diría que pienso en novela.
(“José Donoso: ‘Escribir es un placer’”, Deborah Con, Carola, n°65, 22 de octubre de 1984)
Desde muy chico mis sueños de fuga eran de no ser lo que estaba condenado a ser. De no ser hijo de mis padres, de no vivir en la casa que vivía, de no estar en el colegio que estaba, de no tener los hermanos que tenía. En fin, ese perpetuo sueño de no ser que uno tiene cuando niño.
(“Conversación con José Donoso”, Carlos Tapia, revista América, n°7, 1990, Francia. Entrevista realizada en julio de 1989, Santiago de Chile)
Uno se siente siempre exiliado de sus posibilidades no cumplidas. Exiliado de las cosas que no hizo, de lo que no vivió.
(“Conversación con José Donoso”, Carlos Tapia, revista América, n°7, 1990, Francia. Entrevista realizada en julio de 1989, Santiago de Chile)
Antes que grandes amigos, yo he tenido grandes amigas. Me relaciono muy bien con las mujeres, tal vez por influencia de mi madre. Además, me interesa mucho la complejidad femenina.
(“José Donoso: ‘Escribir es un placer’”, Deborah Con, Carola, n°65, 22 de octubre de 1984)
Las mujeres son más fuertes en las situaciones de crisis: lo que pasa es que llevan consigo la tierra.
(“Conversación con José Donoso”, Carlos Tapia, revista América, n°7, 1990, Francia. Entrevista realizada en julio de 1989, Santiago de Chile)