Cristóbal Díaz de Valdés Cifuentes es director Ejecutivo de Artyc Studio, organización creativa especializada en artes y comunicaciones para despertar la conciencia humana y conectarla con la naturaleza. Co-Fundador de la Alianza Potencia Energética Latinoamérica. Más información de este proyecto en www.potenciaenergetica.org
Fotos de: Juan Fernando Fajardo
Llegar a Cali durante la COP16 fue como aterrizar en la previa de una final de la Copa del Mundo. La ciudad bullía de una energía de hinchada, pero en lugar de camisetas de fútbol, la gente llevaba pancartas con nombres de especies en peligro de extinción, instrumentos musicales o banderas de sus comunidades. La biodiversidad se había convertido en el balón que todos querían tocar, y Cali era el estadio mundial.
En la zona verde, un mosaico de cultura de diferentes pueblos originarios y afrodescendientes, se reunían para compartir sus conocimientos ancestrales sobre la naturaleza. Sus voces, como cantos de pájaros, llenaban el aire con historias de conexión profunda con la tierra. Sin embargo, bajo esta euforia colectiva, se palpaba una sensación de urgencia. Se advertía sobre el acelerado ritmo del calentamiento global, y se clamaba por acciones más contundentes. Era como si la humanidad estuviera jugando un partido decisivo por la supervivencia de su propio equipo. Un equipo que incluía a todos los seres que habitamos este planeta. Y como un gran organismo, nos elevamos juntos para recuperar el equilibrio y vivir en armonía con la biodiversidad que somos.
La ciudad entera se había transformado en un gran foro abierto. En las calles, la gente bailaba al ritmo de la diversidad, celebrando la vida en todas sus formas. Un profesor y su grupo de estudiantes, con el aliento juvenil en sus pulmones, corría descalzo por las calles pidiendo aire limpio para todos. Su entusiasmo hizo que muchos se unieran a su marcha para plantar 500 árboles. En cada esquina, alguien tomaba un micrófono para compartir sus reflexiones sobre la naturaleza. Poetas improvisaban versos sobre el amor a su territorio y a la biodiversidad, mientras que otros simplemente expresaban su gratitud por la oportunidad de participar en este evento legendario.
Así nos recibió Cali y quisimos devolver su acogida creando un puente entre Chile y Colombia a través del arte. Pero nunca imaginamos que regresaríamos con el corazón inundado de nuevas experiencias y amistades. Nuestra idea inicial era sencilla: reunir obras de artistas chilenos y presentarlas como un obsequio de parte de los pueblos de Chile a los pueblos de Colombia. Pero la realidad, al estilo realismo mágico, superó nuestras expectativas por completo.
La exposición “Paz con la Naturaleza”, fue una celebración que unió los propósitos entre chilenos y colombianos. Sumado a la colaboración que recibimos de titiriteros colombianos de primer nivel, dando vida a un matinal de títeres de animales que nos mostrarían lo más relevante de la COP16. Y la creación improvisada de una batalla de freestyle junto a talentosos artistas locales, donde las rimas se entrelazaron con mensajes sobre la importancia de cuidar nuestro planeta. Conocimos a gente increíble, cada uno con una historia y una pasión por contar. Y lo más maravilloso es que, a partir de nuestro pequeño regalo, surgió una colaboración mucho más grande.
A través del arte, logramos conectar con nuestra propia naturaleza y compartir reflexiones sobre nuestro papel en la protección del planeta y darnos cuenta que compartimos propósitos comunes. Este obsequio de Chile a Colombia simboliza mucho más que un intercambio cultural; es una alianza de personas que, a pesar de habitar territorios distintos, reconocemos que somos parte de una misma humanidad y estamos inseparablemente unidos a la tierra.
Todos estos eventos tuvieron lugar en la Casa Pa´Voz, el enclave cultural y educativo que erigimos junto a diversas organizaciones amigas de la Alianza Potencia Energética Latinoamérica y que abrió sus puertas a todos los ciudadanos. Este lugar, que se convirtió en un referente de inclusión y participación, se quedó con su inolvidable lema, “Todo con la gente, nada sin ella”, un manifiesto que se mantendrá omnipresente en el tiempo.
Cali, durante la COP16, fue mucho más que una conferencia. Fue una fiesta, una protesta, una escuela y un santuario. Una experiencia que nos recordó que todos somos parte de un mismo equipo, jugando en el mismo planeta.
Y entre todos juntos, la sacamos del estadio.
Sobre la COP
La Conferencia de las Partes (COP) es el órgano rector del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un tratado internacional adoptado en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992.
Su objetivo es establecer agendas, compromisos y marcos de acción para conservar la diversidad biológica y darle un uso sostenible, así como garantizar la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.
La COP se celebra cada dos años. En 2024, por primera vez en la historia, Colombia hospedó la edición 16 de la Conferencia bianual sobre Biodiversidad. En cada una de estas Conferencias se busca tomar medidas determinantes para la protección de la diversidad biológica. La COP16 tuvo lugar en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca (Colombia), entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre del 2024, bajo el lema “Paz con la Naturaleza”.
Más información en /www.cop16colombia.com/es/
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