El vínculo se construye como se fabrica un hogar. Sobre El Jardín Rojo de Sebastián Alonso

agosto 21, 2025
-

¿Qué es un hogar y cómo se construye? La trama de El jardín rojo (Invertido Ediciones) de Sebastián Alonso oculta tras la potencia de su narrativa estas preguntas que nos acompañan a lo largo de esta gráfica representación de lo que es la vida para las marginalidades, especialmente las disidencias de género en una época que lo impregna todo de aún más vulnerabilidad: La dictadura.

El relato se va hilando desde la perspectiva de distintas mujeres trans, travestis, toda una gama de feminidad que se contrapone a la tragedia cotidiana de existir en un mundo que busca atormentarlas constantemente con distintas formas de rechazo. Desde un principio nos encontramos con un cast diverso y variado, que a momentos me hizo pensar que entre tantos nombres era posible que se dieran confusiones, pero no. Las recuerdas a todas y cada una de ellas, con sus creencias, morales y su belleza, con esas vidas que las caracterizan, pero que las llevaron a todas a reunirse en ese mismo lugar.

El Jardín Rojo no escatima en ningún momento en mostrar una imagen asertiva del oficio de la prostitución, la cual va desde encontrarse con clientes violentos, limpiar el hogar desde la tarde hasta que funciona en la noche o tener que llevarse a los borrachitos a fuera del local cuando termina la jornada. Todo este relato se construye desde los márgenes para construir esta tierra sacra en la que las mujeres no solo trabajan, sino que también se desenvuelven, lloran, sufren y se acompañan.

En este terreno que trasciende lo laboral, existen retratos de múltiples personajes que le dan vida y hermosura a una realidad profundamente melancólica. La llegada de la Cynthia es trascendental dentro de El Jardín Rojo al conseguir revolver el gallinero de las locas, en el que ocurrirá un suceso tras otro hasta llegar a la tragedia, pero terminando de la misma manera en que comenzó: con la Cynthia dando por finalizada su estadía en la casa, optando por seguir aventurándose por la vida hasta finalmente encontrar donde pertenecer.

La Cynthia es un personaje enigmático, joven, que aparece un día de la nada necesitando asilo cuando decide abandonar las calles de Santiago por el peligro que estás le hacían correr. En El Jardín Rojo prácticamente no les queda espacio, pero la sombra del cansancio y el miedo acompañan a la Cynthia constantemente, motivo que hace que La Suzuki, uno de los personajes fundamentales de la historia, sea capaz de conseguirle hospedaje.

La Suzuki es la madre que muchas no tuvieron y que muchas desearían tener. Es un personaje que decide cargar con ese título con orgullo y llenar un espacio laboral con un entusiasmo admirable. De no ser por ella, quizás toda la ambientación de la historia sería más lúgubre. «La Suzuki, en contraste, había abrazado El Jardín Rojo como su hogar, empeñándose en dignificar el caos cotidiano y erigirlo como una especie de institución». El personaje de La Suzuki se vuelve esa cálida cobija que arropa a los personajes constantemente, se vuelve el eslabón fundamental para construir la familia que habita en esas vulnerables paredes, haciendo que su desaparición y posterior muerte se sientan no solo como una puñalada, sino como un duelo que el propio lector debe vivir en carne propia al enfrentarse al desamparo que viven las mujeres a raíz de su ausencia.

La muerte de la Suzuki marca un antes y un después no solo en sus personajes, sino también en el hogar que con tanto esfuerzo habían construido. Todo se transforma en un cuestionamiento de las decisiones que han tomado hasta ahora y se presenta como un desarrollo de personaje digno de admirar. Aquellos personajes que eran fundamentales en un principio, como son La Marta y La Maribel, enfrentan este duelo, lo encarnan de forma desgarradora, pero logran salir adelante aferradas a distintos objetivos, pero sin soltarse la mano en ningún momento por más obstáculos que la vida les arrojara.

La llegada de la hermana de La Marta, la Pía, también se encarga de añadir drama y misterio a la historia, un misterio que en ningún momento se resuelve, pero esto no significa que no tenga un cierre, porque volver a ver a su hermana hace que La Marta se replantee el significado de múltiples dificultades que la atormentaron y esto, más la desaparición de La Suzuki, se transforma en una carga que la persigue constantemente. Las sombras de La Marta son vastas y la acompañan a lo largo de toda la historia, desde su familia, el Sandro y posteriormente La Suzuki, hasta que ella finalmente es capaz de formar su identidad propia y actuar por sí misma. Todos los acontecimientos sirven para darle forma a un personaje tan dinámico y complejo como lo es ella.

En el caso de La Maribel, vemos como la pérdida la transforma, la vuelve más amable, pero también más vulnerable. Quizás abraza una vulnerabilidad que nunca debió experimentar, al consistir en la desaparición de sus sueños de manera repentina cuando su mejor amiga se va de su lado sin darles la opción de tener una despedida apropiada. Sin embargo, a través de los monólogos interiores de Maribel, nos damos cuenta de que ellas no tenían forma de detener la tragedia y la injusticia, porque ambas se conocen, se entienden y se han formado con el paso del tiempo. La Suzuki volvería a ayudar a todas las personas que ayudó sin importar lo que ocurriera y el mundo las seguiría maltratando.

Y sin embargo ellas se mantienen de pie, con el peso de la violencia y los años que las persigue, pero confortándose entre ellas. La misma Cynthia lo describe en el momento en que decide despedirse de El Jardín Rojo: “En esas sonrisas puede entender el cariño indubitable que habían forjado entre todas. En esas sonrisas puede ver el sueño realizado de la familia vodevilesca, arrebolando el ambiente con un colorido matiz hogareño”. El hogar se construye en El Jardín Rojo como una forma de resistencia y supervivencia. Aprendemos a tolerar un mundo intolerable cuando no estamos solos.

La novela El Jardín Rojo nos demuestra que “la sangre es más espesa que el agua” es un dicho que no logra trascender las fronteras de este lugar. Acá, estas mujeres que con fiereza han derramado sangre contra su voluntad, pero han sabido usar sus garras para protegerse y encontrar cobijo en sus brazos, que siempre tendrán espacio para un abrazo o para empatizar con las vivencias de las demás, porque las tormentas son más soportables cuando existe un lugar en el que resguardarse.

ARTÍCULOS RELACIONADOS