Sobre la mesa de la cocina quedaron dos tazas a medio beber, sutil olor hierbabuena, y justo entre ellas el arcano VI resplandeciendo; un presagio, quizá una promesa, con su árbol llameante y su sol dorado, tan abrasador, que la muerte no tendría más remedio que marchitarse.
Cordero y zanahorias
A los niños nos invitaron a pasar al jardín, pues el espectáculo de burlesque árabe iba a comenzar.