Jonnathan Opazo, poeta: “Me siento parte de este piño de gente que decide quedarse en provincia a escribir y publicar”

Estos poemas, parten de inquietudes que son más viejas que el hilo negro. […] Lo máximo a lo que podrían aspirar es a ser constataciones de algo. Entiendo que hay gente que piensa que la poesía tiene que salvar a la humanidad del fascismo, pero para mí eso se ve tan lamentable como Pinky y Cerebro queriendo conquistar el mundo desde su jaula de ratones de laboratorio.

Pezoa Véliz recobrado

Estos textos, digamos crónicas, muestran a un Pezoa agudo en sus observaciones, de humor filoso y sano desprecio por la autoridad. Ya sea describiendo los hábitos de la calle Viana o la compleja vida social que se desarrolla en los alrededores del Marga-Marga, su prosa parece alimentarse tanto de su oficio de versificador como de ciertas inquietudes antropológicas propias de la mejor crónica chilena del siglo XX.

Morir en una playa del infierno

Ni Camus ni Rulfo tuvieron, a propósito de lo mismo, la mala fortuna de conocer fenómenos con nombres tan apocalípticos como aberrantes: la sexta extinción de las especies o el deshielo de los polos. Cuestiones que, por cierto, parecen pasar desapercibidas para todos o al menos ganarse nuestra más absoluta indiferencia.