Ojalá pudiéramos algún día decir “basta, no vamos a escribir más de las violencias a las que nos someten”, ojalá algún día pudiéramos vivir en la era del post femicidio y pudiésemos incluso elegir con total libertad otros temas menos terribles, pero desafortunadamente un poco lo que me impulsa es, bueno, la “sangría” terrible que hay en América Latina con las mujeres asesinadas.