Cada pintura va mostrando un rincón diferente de diversos espacios públicos, plazas y su entorno, cada uno con su propia lectura. Los juegos de las plazas, de especial preponderancia en esta muestra, aparecen como “estructuras muy llamativas”. “Sin embargo, por lo general no veo a niños jugando en ellos, por eso me remiten a ese sentimiento del desierto. Aunque también pueden ser observados de otra manera: como estructuras metálicas, bichos o robots, habitando el espacio, es así como va creciendo este imaginario que voy habitando cada día”