/ transcrito por Carlos Hernández
Debo a la conjunción de un artículo académico y un papel higiénico el descubrimiento de un fraude. Me siento impelido a deformar la célebre fórmula borgeana porque, en efecto, fueron estas dos instancias las que me permitieron corroborar cómo en este país el neoliberalismo ha permeado hasta en el más sagrado ritual de la defecación: no es posible que hoy las empresas intenten colonizar incluso ese inmaculado espacio, el recinto en que el individuo es gobernante ecuménico de un imperio cuya longitud de metro y medio cuadrado alegoriza lo reducido que se ha vuelto aquello que realmente es nuestro. Esto simplemente prueba que la catalaxia (el orden espontáneo a través del cual el mercado se estructura y reestructura según las circunstancias) no entiende de necesidades intestinales o de expurgaciones biológicas. Me permito recrear una breve anécdota cuya secuencia revelará que el excrementicio crimen del que hablo es directamente proporcional con quienes lo perpetraron.
Voz anónima 1: ¿Te diste cuenta de que el paquete de Confort Doble Hoja de 30 metros ya no dice “30 metros” en el envase?
Yo: ¿En serio? ¿Y qué dice entonces?
Voz anónima 1: Ahora dice 242 hojas dobles de 11,4 cm x 9,5 cm aprox.
Yo: ¿Me estái hueviando? ¿Y qué significa eso?
Voz anónima 2: Significa que Confort otra vez se está cagando a la gente. En vez de poner en el rótulo que el envase trae 6 rollos de 30 metros cada uno, te ponen esa ecuación matemática que ningún cliente, ninguna viejita de barrio se va a poner a calcular antes de comprar. Y en realidad, quién chucha sacaría la calculadora para hacer la operación. Es pura razón instrumental. Las matemáticas al servicio del fraude. Como soy un estudiante de Matemáticas se los voy a explicar fácilmente. Pero antes, Voz anónima 1, dime una cosa, ¿cuántos paquetes de 6 rollos vienen embalados por bolsa?
Voz anónima 1: 8.
Voz anónima 2: Es decir, 48 papeles higiénicos.
Voz anónima 1: Afirmativo.
Voz anónima 2: Significa que las 242 hojas dobles de 11,4 cm x 9,5 cm aprox. se traducen en 27,588 metros por rollo, que por 6 significa 165,528 metros. Es decir, por envase Confort se está ahorrando 14,472 metros. ¿Cuántos envases venían por embalaje?
Voz anónima 1: 8 te dije.
Voz anónima 2: 8, lo que quiere decir que en un embalaje estos hueones se están yendo por dentro con 115,776 metros, una cancha de fútbol completa para limpiarle el culo a la agente. En rigor, si antes el paquete traía rollos de 30 metros, ahora podríamos decir que por embalaje la cáfila hampona de empresarios se caga a la gente con 4 rollos del más suave papel higiénico pal poto. Multipliquen eso por los miles de embalajes que se venden en Chile.
Yo: Millones de culos damnificados.
Voz anónima 1: Y obviamente el precio es el mismo. Al parecer, en la lógica empresarial de estos tipos 30 metros es lo mismo que 27,588.
Yo: Perdonen la pregunta pero, ¿qué nos garantiza que el paquete con rollos de 27,588 metros se fabricó después que el de 30?
Voz anónima 1 y 2: Jajajajajajajajajajaja.
Voz anónima 1: Obviamente el de 27,588 lo fabricaron después, ¿o crees que la lógica del mercado considera en sus cálculos la mierda del prójimo?
Yo: Veo que no. ¿Y qué se puede hacer?
Voz anónima 1: Ir a la iglesia a pedirle a Dios que proteja nuestros trastes desamparados, llamar al Sernac y denunciar el caso, o se puede también hacer algo productivo como decirle a la gente que no compre más esta mierda de papel. Que busquen alternativas.
Yo: Yo puedo escribir un texto y denunciarlo.
Voz anónima 1: Puede ser, aunque si nadie lee un rótulo con una ecuación en la que te están cagando, dudo que alguien lea tus escritos.
Voz anónima 2: Y si avisamos al Sernac dudo que se pueda hacer algo. El libre mercado tolera estos robos porque en estricto rigor el envase informa del cambio en la cantidad, sólo que es como la letra chica. Una forma sofisticada de robarte. En conclusión, estamos más cagados que la chucha.
La anécdota anterior sintetiza un problema que está muy enraizado en nuestra sociedad actual. El tono pedagógico de la historia puede ser fastidioso, pero permite al menos avizorar un problema que varios estudiosos han detectado. Nos dice Grínor Rojo (1) a propósito de cómo el capitalismo fomenta la mercantilización de todos los ámbitos de la existencia, es decir, “la conversión en mercancía de espacios físicos y/o del quehacer humano que, no obstante encontrarse también dentro de aquella porción del mapamundi que el sistema capitalista ha cubierto ya de forma completa o casi completa, no habían sido incorporados aún dentro del espectro de sus operaciones por reticencias que son o que eran (…) enteramente comprensibles”. Esto es perfectamente compatible con lo que señala otro estudioso, Jorge Larraín (2), en relación al neoliberalismo: “El neoliberalismo (…) desconfía de la democracia en cuanto ésta tiende a constituirse en una amenaza para el orden espontáneo del mercado (catalaxia); por ello está dispuesto a sacrificarla, si es necesario, para garantizar la libertad del mercado”. Qué más antidemocrático el hecho constatado de que engañen a la gente bajo el principio de catalaxia, bajo la mascarada de la libertad del mercado. Como lo han dicho hasta el cansancio estos intelectuales y muchos otros, en este país hay aspectos como la educación, la salud y la cultura que, después de que el genocida y sus esbirros se fueron, llevan el signo del dinero a pesar de que en la mayoría de los lugares del mundo no es así. Ahora, cual Príamo que ve arder su Troya amada, tenemos que ser testigos de cómo los intereses de un grupo no nos dejan ni siquiera defecar en paz.
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(1) Larraín, Jorge. “Globalización, neoliberalismo y mercado”. ¿América Latina moderna? Globalización e identidad. Santiago: Lom, 2011.
(2) Rojo, Grínor. “El capitalismo”. Globalización e identidades nacionales y postnacionales… ¿de qué estamos hablando? Santiago: Lom, 2006.
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La raza
hola, gracias por tu nota, quisiera preguntarle si conocen a incoludido. saludos