/ por La Raza
En pleno período de cosecha conversamos con Alejandro Jorquera, uno de los coordinadores de Movimental, organización autónoma que trabaja por la despenalización y legalización de la marihuana en Chile. Nuestro entrevistado cuenta que por estos días buscan dar con un concepto que incorpore lo medicinal en la consigna que guiará -el próximo 22 de mayo- la 12a Marcha Cultiva Tus Derechos , marcha que ha crecido de los cuatro mil iniciales a más de 400 mil fumetas en 2015, dice Alejandro.»Esta es la marcha anual social más grande del mundo», asegura.
¿Cuál es el panorama en la región? ¿Están todos en la misma que Chile?
No. Hay diferencias importantes en la región en cuanto al manejo del tema. Por ejemplo Colombia tiene un porte de flor autorizado de entre seis y ocho gramos. En Perú también tienen autorizada para portar una cantidad similar, no les voy a decir un número exacto porque me puedo equivocar, pero entenderán ustedes que con seis gramos se puede salir tranquilo (jaja). Los usuarios recreativos con esa cantidad están más que salvados.
¿Estas medidas fueron tomadas hace poco? ¿Qué incidencia tuvieron en estos procesos los movimientos sociales?
Prácticamente nula. Se da por una situación social, de una cantidad de consumo y con los años. La historia también. Colombia es un país azotado por violencia y el narcotráfico. Una de las mejores formas de combatirlo tiene que ver con la normalización y quitarle terreno a los traficantes. En Colombia tiene que ver mucho con eso. En Perú es un poco distinto, porque ellos tienen una cultura un poco más relajada que nosotros. A veces los miramos a huevo y todo lo contrario, es una sociedad bastante evolucionada en ese tema, tienen excelentes ganjas y se consume de manera un poco más libre. En esos países no está autorizado el consumo en la calle, en todo caso.
En Ecuador si están un poco en la misma que Chile. Están también en proceso de actualización de la «Ley de sustancias estupefacientes y psicotrópicas» que penaliza con 12 a 16 años de cárcel.
Ecuador está entre Colombia y Perú, entonces el tráfico por esa zona, la cantidad de yerba que hay… allá se maneja la cripy que baja de Colombia, entonces hay un problema bien serio de tráfico que se quiere zamarrear con esa ley. Yo tuve la suerte de andar el año pasado en estos tres países y me sorprendió las calidades, el desarrollo que tienen y que se pudiera portar. Como anécdota, en Ecuador dos veces fui consultado por la policía, y como turista decían ‘Andas con algo? Sí. Qué tienes? Marihuana. Me la revisaron, listo. No la fumes en la calle’. En Ecuador a pesar que no hay una ley, hay una mayor tolerancia.
Importante decir, fundamental, que todas esas autorizaciones o permisos que hay de cierta forma, ninguno de ellos atañe al punto medicinal, y ahí está la gran distancia que tenemos hoy día, por lo que estamos luchando aquí en Chile.
Ese es el gran avance en Chile, con el cultivo legal más grande de Latinoamérica…
Nosotros, pese a que no tenemos una ley que regule todo este tema, ya tenemos antecedentes importantes. Se permitió la plantación a la Fundación Daya para que cultivara marihuana y generara medicina en alianza con Laboratorios Knop. También hay otros laboratorios privados que hacen investigación, con la diferencia que no entregan suministros a gente enferma. En ese aspecto, en Latinoamérica nosotros estamos muy avanzados.
Más avanzado está Uruguay. Están generando un registro informático de consumidores. Hay un listado de farmacias habilitadas que van a suministrar, y eso está regido por el Instituto de Regulación y Control de Cannabis, que licitó todo el proceso de producción a dos empresas. No sólo está el tema de la despenalización como pasa acá en términos legislativos, sino además se está avanzando en legalización.
Uruguay es el caso excluyente. Ellos son los punta en este caso. Otra cosa importante es que con ellos hemos tenido hartos encuentro. De hecho en «El que no corre no vuela» – que es una corrida que se organiza en noviembre-, una corrida deportiva (jaja)… hacemos un llamado a todos los atletas voladores y sus amigos, están invitados a participar en la próxima edición en noviembre … el ganador de la corrida del año pasado se llevó como premio dos pasajes a Uruguay, a conocer los cultivos, a conocer el núcleo de gente que lleva adelante todo ese proceso. Con ellos también, en otras ocasiones ha ido gente de nosotros, Nicolás Espinoza que es el presidente -digamos- de la coordinación. Bien, bien con Uruguay. Aprendiendo harto de su proceso, de cómo se llevan adelante las cosas, pero sin duda allá la diferencia es el gobierno, que está con otra disposición a avanzar que lo que tenemos nosotros. Allá vamos a recoger experiencias a aprender, y estamos trayendo todo lo que podemos.
Da la impresión que ese es un proceso sumamente estatal. Acá creo que hay un caballo de batalla que hay que sostener que es el medicinal, pero de inmediato aparecen estos intereses privados que me causan suspicacia. Admiro lo de Uruguay porque es capaz de gestionarlo desde el Estado, y acá tenemos malas experiencias cuando se meten los elementos privados. ¿Cuál es tu visión?
Mi visión o la visión de la organización es que estamos en un sistema en el cual hay que luchar por muchas cosas. Movimental es una organización social, autónoma, sin fines de lucro, y en la cual buscamos expandirnos a varios temas que se pueden pasar a tocar a través de la marihuana. Las libertades individuales de cada uno de nosotros están regidas desde el gobierno. Si nosotros vivimos en este sistema y no somos capaces de organizarnos como sociedad y llevar adelante cada una de las luchas de manera organizada, clara, entonces estaríamos bien lejos de lograr el objetivo principal: que el gobierno sea el que respalde estas salidas. Creemos firmemente que tenemos que trabajar en las cosas que creemos, ya sea por la donación de órganos, por la despenalización, por el sistema público de transporte. Nosotros ya asumimos que estamos contra la tuerca, entonces hacemos el llamado a sumarse a las organizaciones sociales, a participar. Esto es política, porque tenemos una opinión, tenemos decisiones, las queremos llevar adelante y queremos que sean escuchadas. Y eso en este momento va en contra de lo que el gobierno plantea en sus pilares de trabajo.
Ante las distintas dudas y matices que puede haber respecto al tema, ¿la posición de ustedes es autocultivo? ¿Esa es la consigna principal de fondo o hay otra?
El principal punto es la libertad. Somos seres independientes y tenemos el derecho a decidir sobre lo que queremos para nosotros. Si yo decido fumar marihuana no tengo que tener una traba para poder cultivarla, o sino lo que está haciendo el gobierno es decir ‘anda a comprarle a un traficante’. Eso es lo fundamental.
Esta es la doceava marcha que se organiza. En las primeras convocatorias, si bien es cierto la organización sabía del uso terapéutico, no se había avanzado como hasta el día de hoy, de conversar, de que hubieran instituciones con la intención y con el trabajo concreto. Entonces hoy esa evolución de trabajo de doce años ha llevado a que la lucha en una primera instancia, comprendiendo que somos seres humanos, va por el aspecto medicinal. Es la primera lucha que tenemos que lograr porque hay gente enferma, hay gente sufriendo, hay gente con dolor. Y nosotros, la humanidad, tiene una herramienta para combatir un montón de males, y esa herramienta se llama marihuana, cannabis sativa!
Pensando en el contexto hoy. Fuera de las luchas que tenemos que dar, la marihuana se ha mercantilizado un montón, es difícil encontrar y está encarecida, parece un artículo de lujo. Aparte de este discurso interesante de que cada uno tiene derecho a consumir, ¿cómo también en este sistema democratizamos la yerba? Pareciera que el consumo está igual que como está la sociedad, artículo para unos pocos, de lujo, semillas finoli con gramaje y todo. ¿Qué te parece está dinámica?
Es el resultado de nuestra sociedad. Es un concepto que se repite en todos los artículos de venta y el sistema en que vivimos. Salió la del confort, la de los pollos, pero te aseguro que hay colusión en todo, y así también en la marihuana. No sé si decir colusión en cuanto a los grow, pero sí los traficantes. 10 mil pesos el gramo es una locura, ¿o no?
Una canallada…
Es una canallada, justamente. Y si esto estuviese normado, lo más probable es que en la ley estaría que nosotros podemos tener una cantidad de cultivo en nuestra casa y suministrar nuestra cantidad necesaria. Y en el caso de que sea legalizada entraría la venta y la distribución, entonces pasaría a ser un bien de consumo administrado por empresas. Haciendo un análisis de nuestra sociedad, si es que llega a ocurrir, me parece que esto sería lo más cercano.
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Escucha la segunda parte de la entrevista y el capítulo completo, programamos Saliva de Seba Alfaro, Marihuana Boogie de Lalo Guerrero y Los Paraguas de Chorizo Salvaje. También recomendamos: La Ciriguaya de Celso Piña.
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