La necesidad de cambiar nuestro destino es lo que ha permitido que nos hayamos unido entre vecinxs, entre quienes copan las paradas por las mañanas, entre aquellxs que atraviesan la ciudad y llegan a casa cuando el día está por su final, que pese a su fuerza y esfuerzo no ven el fruto de su trabajo. Somos aquellas madres que llevan a sus hijxs al trabajo, padres que por llevar el pan a la casa ven esfumarse la infancia de sus niñxs. Somos esxs que pierden familia y amigxs por una droga que impusieron quienes nos tienen así, quienes disfrutan de todo y nos niegan la vida.
Pero somos más que eso. No somos mera fuerza de trabajo entregada a la máquina. Somos los que se cansaron, somos los que decidimos no esperar más que las cosas cambien por sí solas, somos aquellxs que entendieron que la dignidad sólo se recuperará luchando, queriéndonos y exigiendo lo que se nos ha arrebatado y negado.
Nuestra lucha no es sólo por una casa. No estamos aquí para obtener un techo y continuar en la miseria, estamos aquí porque queremos ser nosotrxs quienes le demos curso a nuestras vidas, queremos ser nosotrxs quienes escojamos nuestros barrios: estamos aquí por la autodeterminación de los territorios.
¡Somos los allegadxs y arrendatarixs que hemos dicho basta!
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Fotografías de Cristóbal Saavedra
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