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Nacida en 1991 en Portmore, en las afueras de Kingston, Krystal Ball es una prominente joven artista cuyo trabajo refleja tanto luchas personales como preocupaciones sociales, así como su amor por la cultura jamaiquina. Ha recibido premios jamaiquinos e internacionales, lo que la ha llevado a viajar a lugares como Estados Unidos, Cuba y Rusia. Actualmente vive en Kingston, donde pinta y realiza clases de arte. Ball habló con Óscar Pimienta para La Raza Cómica en Kingston en diciembre de 2017.
Óscar Pimienta (OP): ¿Puedes explicar brevemente tus inicios en el arte?
Krystal Ball (KB): Siempre fue una manera de pasar el tiempo. Como niña, estuve bastante enferma y pasé mucho tiempo en el hospital. Ahí solía dibujar o pintar. Mi primera obra de arte fue un dibujo de una zanahoria, pero también dibujaba muchos monos animados. Leía libros y luego intentaba dibujar sus personajes. Y eso se fue transformando en dibujar lo que imaginaba. De hecho, solo empecé a pintar hace como cuatro años atrás. Pero encuentro que me expreso mejor a través de la pintura porque puedo captar un estado de ánimo o emoción con colores en vez de solo con líneas.
OP: ¿Quiénes son algunas de tus influencias artísticas de Jamaica y otros países?
KB: En Jamaica, definitivamente Cecil Cooper, quien murió hace poco. Su trabajo no es el típico paisaje y sus imágenes tienden a hacerme sentir incómoda, lo que es estremecedor. En cuanto a los extranjeros, me gusta mucho Basquiat. Conocí su obra en un momento muy interesante de mi vida, cuando empecé a ir en contra de todo lo que me habían enseñado de arte, porque veía que eso me limitaba. Y recuerdo qué tan difícil fue desaprender lo que había conocido toda mi vida. Entonces, cuando vi el trabajo de Basquiat lo aprecié porque era como el de un niño: todavía mantenía su estilo, vi las mismas caras, los rasgos, los colores –uno se da cuenta que hay algún orden del caos– pero al mismo tiempo me cautivó la manera en que se dejó llevar por sus ideas. Y luego, si bien no considero a Andy Warhol entre mis artistas favoritos, creo que ha tenido alguna influencia en mi trabajo. También Jackson Pollock, porque su obra puede reflejar tantas emociones, aunque sea abstracta.
OP: Cuando pintas, ¿piensas en un posible público, sobre todo considerando personas que quizás no consuman arte de manera regular?
KB: En este momento de mi vida, no estoy tan preocupada de mi público. Estoy más enfocada en poder expresar mi pensamiento a través del arte. Por ejemplo, con el cuadro que hice de la mujer como Medusa, quise hacer un comentario social: no me gusta el camino que están tomando muchas mujeres jamaiquinas hoy, todo es tan materialista. Sienten la necesidad de usar a los hombres para conseguir cosas materiales. Así que decidí pronunciarme al respecto. Ahora, si alguien viene y le encanta ese cuadro, fantástico. Pero si a alguien de verdad no le gusta, también está bien, porque no se trata de sólo vender o que a alguien le guste tu trabajo, sino que busco incomodar a la gente. Ese cuadro en particular ha provocado reacciones de un extremo a otro: a la gente o le carga o le encanta.
OP: Como la estatua de la pareja desnuda en el Parque de la Emancipación 1, que provocó una polémica cuando fue inaugurada en 2003…
KB: Sí, siento que muchos jamaiquinos no son sinceros consigo mismos. La gente se enoja sobre la desnudez, pero está en todas partes: es decir, los medios están completamente sexualizados. Al principio, esa estatua provocó pura indignación y ahora está bastante aceptada, de manera que definitivamente derrumbó algunas barreras. También creo que los jamaiquinos se inclinan más a aceptar cosas que no son jamaiquinas, porque estoy segura que si un jamaiquino viajara a otro país y viera esa misma estatua, no pensaría dos veces sobre ella, pero si es de aquí, sienten como si el mundo se fuese a acabar .
OP: ¿Qué obstáculos enfrentan los artistas jóvenes en Jamaica, en términos de clase, raza o género? ¿Cómo ha sido tu experiencia como una artista mujer?
KB: Cuando volví a Jamaica después de estudiar en Filadelfia por dos años, me sentí muy rechazada como una artista joven. Pocas galerías querían exhibir mi trabajo porque no tenía un nombre establecido. No pensaban que mi trabajo iba a vender, aunque nunca se tomaron la molestia de mirarlo. Hubo una galería que me rechazó, pero cuando le pedí a un amigo blanco que les contactara y pidiera el espacio, le dijeron que sí para las mismas fechas. Ni siquiera es un artista, solo un hombre blanco. Al final, no usé esa galería. A los artistas jóvenes en Jamaica les cuesta exhibir su trabajo. La escena artística es pequeña, basada en un grupo selecto de personas. Supongo que es así en todas partes, pero es más evidente aquí porque es un país pequeño. Ser mujer en el mundo del arte puede ser difícil, pues la escena está dominada por hombres. Me gustaría transmitir que las artistas jamaiquinas están haciendo una forma de arte diferente y que hay espacio para nosotras. Las mujeres pueden sobresalir a través del arte.
OP: El paisajismo parece ser un gran tema en el arte jamaiquino. ¿Puede discutir esto y los posibles problemas relacionados a ello?
KB: La belleza natural de la isla es impresionante, entonces se entiende que tanto paisajismo aparece en nuestro arte. Y como dije antes, es muy difícil desaprender algo. En la escuela, los profesores te llevan a los ríos y te enseñan cómo pintar los ríos, te llevan a las montañas y te enseñan a pintar las montañas. Empecé pintando paisajes también, pero siempre he sentido que ya está ahí y que no hay ningún encanto en recrear algo que ya está ahí: no necesita ser pintado. Un factor importante en la producción de paisajes es que el turismo vende, ese es uno de nuestros productos naturales. Así que eso contribuye a que la gente siga pintando paisajes y escenas de campo o de mercado. No creo que mucho arte aquí cuestione temas de clase ni prejuicios raciales, es más bien decorativo. El arte debe entregar una voz a situaciones, hablar sobre las injusticias o promover ciertas causas. Pero mucho arte aquí es diluido para los compradores, en gran parte porque la gente necesita ganarse el pan.
OP: ¿Has pintado algunos cuadros a partir tu experiencia fuera de Jamaica?
KB: Sí, hay uno de un chico cuya cabeza está desconectada de su cuerpo y mira hacia arriba. Había viajado recientemente a Cuba y Rusia en un solo viaje, y cuando volví a Jamaica, sentí que mi cabeza todavía estaba completamente en otro lugar, por eso la cabeza del chico está desconectada. Volver de esos países me inspiró de manera muy positiva. Y tengo otro cuadro de una africana con trenzas, que surgió a partir de mi interacción con muchos africanos en Rusia. Muchos eran de países muy pobres, pero tenían orgullo de dónde venían, que también fue el caso con los cubanos que conocí. Ese tipo de amor propio, a pesar de enfrentar dificultades económicas o sociales, fue una inspiración.
OP: ¿Y cómo influyó la estadía que hiciste en Estados Unidos?
KB: Caí en una depresión cuando volví de Filadelfia porque me di cuenta que nada había cambiado en Jamaica. De hecho, fue en ese momento que empecé a pintar, como una manera de combatir mi depresión. Descubrí que podía identificar mis emociones y articularlas en distintos modos. Tengo un cuadro llamado “Icarus”, que es sobre esta experiencia. Me fui del país esperando una aventura gloriosa y terminé volando demasiado cerca del sol y cayendo de vuelta. Mi manera de enfrentar eso fue a través del arte. El cuadro de la mujer con la máscara también es sobre esta experiencia. Los distintos tonos de su color significan los distintos niveles de su tristeza, todo mezclado en su piel. Su máscara dorada es para simbolizar esa fachada que uno hace para los demás: todos ven una personalidad dorada y dulce, pero no saben lo que pasa debajo de la máscara.
OP: Tu serie de dancehall 2 ha tenido una buena recepción. ¿Hay una historia tras esos cuadros?
KB: Realicé esos cuadros para una exhibición específica y fue para captar el antes, durante y después del danchall 3. Antes del baile es una primera plana de un hombre encendiendo un porro, con una polera blanca, los calzoncillos entrevistos y la hebilla de cinturón de Louis Vuitton. El segundo entra al escenario del dancehall: se ve el DJ, los parlantes, la gente bailando. Y el último es la escena con el hombre de pollo al jerk 4 porque, después de salir a bailar, los jamaiquinos van a comer en uno de dos lugares: o encuentran a alguien cocinando sopa o a alguien vendiendo pollo al jerk. Me gusta mucho esta serie, pues fue la primera vez que pinté escenas y quería captar una parte importante de la cultura jamaiquina, que es el dancehall. Si uno mira a la gente ahí, se da cuenta de que su color de piel está parchado, como en todos mis otros cuadros.
OP: ¿Estás trabajando actualmente en algunos proyectos personales o colectivos?
KB: Tengo planes de desarrollar un proyecto de exhibición de arte itinerante a través de todas las islas del Caribe. La idea es unir las islas en términos de arte y cultura. Cuando viajé a Rusia con otros artistas del Caribe, me di cuenta cómo somos tan diferentes pero similares al mismo tiempo. El arte es una buena forma de expresarse porque no necesitas traducir, no importa si uno habla francés, español, inglés, patois. Es difícil conseguir financiamiento del gobierno para este tipo de proyectos, pero espero poder realizarlo dentro de los próximos años: he estado hablando con artistas de distintas islas caribeñas, la Galería Nacional de Las Bahamas, por ejemplo, y varias personas de Cuba y Dominica.
Perfil del autor/a:
Notas:
- http://www.emancipationpark.org.jm/about-us/facey-sings.php
- Dancehall es un género de música popular jamaiquina originado en los años 70 que mezcla elementos de reggae, dub, rocksteady, rap, electrónica, entre otros. El espacio donde se realiza es también conocido el dancehall, o salón de baile, generalmente galpones, clubes o espacios al aire libre.
- De la referida serie, solo hemos podido reproducir el antes y el después debido a que el segundo cuadro, durante el baile, fue arruinado por causas de fuerza mayor.
- Una preparación propia de Jamaica en que la carne está frotada o marinada de especies picantes y luego asada, tradicionalmente sobre palos.