Los Mexicas partían del principio de que el fin último de la vida era la muerte. Su vida como mortales se organizaba en función de eso. La vida de los seres humanos, le pertenece a Mictlantecuhtli, el señor de Mictlan, el lugar de los muertos. En ese sentido, la muerte no se opone a la vida, sino que es entendida como una proyección.
Esta forma de comprender el sentido de la vida, pudo resistir y mantenerse vigente a pesar de las imposiciones del catolicismo y la cultura eurocéntrica, que durante 500 años han buscado asimilar y someter las creencias de los pueblos preexistentes a la colonización. “El Día de los Muertos”, es un ritual masivo y popular que permite resituar en nuestro cotidiano a la muerte y a nuestros muertxs. Por medio de altares, flores, comidas en honor a lxs muertxs, decoraciones, canciones, la comunidad se congrega a conmemorar.
Este recorrido fotográfico es el registro del Día de Muertos en las localidades de Xochimilco, San Pedro Mártir y en Mixquic.
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