El amor puede ser otro. Sobre Qué locura enamorarme yo de ti de Gabriela Wiener

He visto en persona a Gabriela Wiener en dos oportunidades. Una en Madrid, la ciudad en la que habita, para una conversación que organizó para recibir a la académica Claudia Zapata; y otra en Santiago, recientemente, con motivo de una lectura enmarcada en el viaje de difusión de un libro doble: Qué locura enamorarle yo de ti / El sueño de la tribu: otros textos poliamorosos (Libros de la mujer rota, 2024). En ambas oportunidades, su despampanante personalidad y puesta en público de su vida ha sido parte ineludible (fundamental) en los espacios de encuentro donde hemos coincidido.

Quizás ese es el mismo modo/espíritu que se encuentra en este libro, pero es su duplicidad, que esté conformado por dos partes, la que nos abre una ventana a otra Gabriela. Qué locura enamorarle yo de ti corresponde a una obra de teatro presentada por la escritora junto a su familia –su esposo, esposa y uno de sus hijes–, mientras que El sueño de la tribu: otros textos poliamorosos reúne un popurrí de registros en torno al tema como cartas a su madre, sus respuestas y algunas otras escrituras.

En ambas partes, Gabriela Wiener nos lleva hasta su cama –grande, “de unos tres metros”– donde duerme y “folla”, como refiere al sexo, con su esposo, con su esposa, y en donde duerme con sus hijes. Cinco personas caben en lo que pudiera parecer un paraíso poliamoroso. Pero, contada así, la historia sería recta, aburrida, y seguiría un camino idílico para experimentar una forma de vida que, entre otras cosas, corresponde a un contrarrelato de la monogamia y la heteronorma. Pero no. La autora nos lleva a los desvíos de la cotidianidad, lo doméstico, los celos, el control… a la humanidad misma: inseguridad, susceptibilidad, inseguridad, susceptibilidad, inseguridad, susceptibilidad…mostrándonos transparentemente los desafíos de toda relación entre personas; aquí, los de la vida poliamorosa.

“Ojalá todo fuera tan fácil como partir a alguien por la mitad y tragarte la parte que te toca”, escribe Wiener, pero todo es más complejo de lo que parece. En las relaciones ponemos en común, con más o menos voluntad, las historias de vida de lxs involucradxs, sus temores, sus cambios, sus anhelos. Afortunadamente, había leído los libros Sexografías  (2023) y Huaco Retrato (2022), libro en el que Wiener se adentra en sus orígenes en términos sanguíneos y familiares a partir de su experiencia frente al fin de vida de su padre, quien mantenía una familia paralela a la de ella y su madre. Nada monogámico.

Con esta información, la escritora nos transparenta que no todo es perfecto en el poliamor, quizás, como en la vida, pero no deja de defender y posicionarse en este lugar desde lo político. Esto es abordado principalmente en la segunda parte, en El sueño de la tribu, que disfruté más a pesar de la riqueza e intertextualidad del texto dramatúrgico de la primera parte. Puede que me haya acomodado más esta otra Gabriela, igual de osada pero más cercana y también explícita en su posicionamiento.

“Ante el amor impuesto o la pareja como mandato, el desmontaje. No es para follar más. Es para desentender el amor como disciplinamiento. El amor puede ser otro. La buena monogamia y la no persecución de otras formas de amar, otras formas de organizarnos. El capitalismo nos quiere solas y aisladas, porque así saca más ventaja de nosotras. No le gusta que vivamos en comuna, que compartamos economía, que seamos desobedientes fiscales, que okupemos, que criemos colectivamente, que seamos disidentes”, escribe Wiener en este apartado, agregando: “Queremos organizar la supervivencia a través de otro tipo de vínculos fuera del sistema político monógamo y heterosexual y con fines reproductivos”.

Otra apuesta de lo que podríamos llamar una intimidad pública. Wiener nos convida a que “reivindiquemos también el derecho a cagarla”. Y sí, esta es posibilidad básica de la existencia, pero también está bueno explicitarlo.

En definitiva, como señala la escritora argentina Samantha Schweblin en la contratapa del libro, “alivia saber que hay otras maneras, tantas maneras para el amor”. Citando de nuevo a la misma Wiener, ojalá que “un día no muy lejano, hablar de tríos o grupos de gente no monógama será como hablar del clima. Y ese día seremos todos más felices. Aunque yo tenga que buscarme otra forma de ganarme la vida”.

El libro se encuentra disponible en la web de la editorial.