En el Día Internacional de la Visibilidad Lésbica, el colectivo lesbofeminista Frente Musical Combative comenzó a bordar un lienzo que recuerda el nombre de Mónica Briones, víctima del primer caso documentado de un crimen lesboodiante en Chile. El lienzo une un oficio tradicionalmente femenino con el histórico trabajo de memoria que las arpilleras comenzaron en la dictadura para denunciar las violaciones a los DDHH.
A Mónica Briones la mataron a golpes en la calle. Era de noche, y venía de celebrar su cumpleaños. Hoy, 9 de julio, se cumplen 40 del primer caso documentado de un crimen lesboodiante en Chile, pues lo último que escuchó Mónica antes de recibir la golpiza que le quitaría la vida fue «así te quería pillar, lesbiana de mierda».
Desde que nos articulamos como Frente Musical Combative –un colectivo lesbofeminista que trabaja por levantar escenarios con música y cultura de mujeres y disidencias, junto a un grito por la construcción de una memoria lesbodisidente– hemos nombrado a Mónica y hemos contado su historia.
No estamos unidas a Mónica por la sangre, pero sí por nuestra orientación sexual, por elegir ser quienes somos y visibilizarnos como disidencia.
El 26 de abril de este año, en el Día Internacional de la Visibilidad Lésbica y proyectando tanto las acciones del PRIDE como su fecha de muerte, comenzamos a confeccionar un lienzo bordado, que une un oficio tradicionalmente femenino con el trabajo de memoria que las arpilleras comenzaron en la dictadura para denunciar con paños e hilos las violaciones a los DDHH.
Hablamos de bordado activista: una creación colectiva que releva una fecha, una persona o un hecho histórico con contenido político. Puede ser un paisaje, un momento histórico, o un nombre –como Mónica Briones– escrito sobre la bandera lésbica, con la fecha de su muerte, que suma días y años de impunidad, a la vez que construye memoria.
Este es un desafío colectivo. La definición del objeto: un lienzo enfocado en la comunidad LGBTIQA+. La forma de hacerlo: un bordado colectivo que nos permita hacer comunidad.
Nuestro lienzo usa la técnica tradicional de arpilleras chilenas, dos puntos principales que soportan el diseño de la pieza bordada: el pata de gallo y el festón. Estos sostienen las letras y la historia de Mónica, la que a su vez nos sostiene a nosotras, y nos visibiliza en marchas y activaciones como bloque lésbico.
Las compañeras bordadoras que se han unido al Frente, aprendices de las arpilleras, han puesto su conocimiento a disposición con una metodología que permite que cualquiera que sepa o no bordar llegue a un resultado.
El proceso ha unido el trabajo de dos talleres de costura y bordado que se hicieron como actividades del mes del orgullo, donde las asistentes aprendieron a usar la máquina de coser para confeccionar banderas, bananos y bolsos con los colores de las banderas de las disidencias.
En estos espacios se prepararon los paños iniciales. Después, se dibujaron las letras, se cortaron, montaron y se comenzó a bordar.
Son decenas de manos las que han tomado este lienzo que preparamos para los 40 años de la muerte de Mónica, en parques, en casas, a la salida del trabajo, desde bordadoras profesionales a bordadoras amateur, profesoras y aprendices.
Con nuestras manos, el lienzo ya ha recorrido Cerrillos, Santiago Centro, Independencia, La Florida y Providencia, y lo seguiremos llevando a dondequiera que vayamos.
Queremos expresar nuestra rabia, queremos que el lienzo sirva para los 8M, los 28 de junio, los 25 de noviembre. Que el nombre de Mónica y los colores de la bandera convoquen a las lesbianas, sus vidas, sus historias y sus luchas. Una creación colectiva que cree colectivo y borde la memoria.
*Este sábado 13 de julio el lienzo será exhibido en la conmemoración del Día de la Visibilidad Lésbica, en el Museo Violeta Parra, desde la 1 a las 7 pm.
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