Poseedora de una escritura profunda, sensible y sumamente experimental para el panorama chileno, la escritora y grabadora, Guadalupe Santa Cruz, será homenajeada tras una década de su partida, en un encuentro convocado para este viernes 24 de enero en el Centro Cultural Palacio La Moneda por asistentes al Taller Literario Histórico de la escritora.
“Nos gustaría relevar la obra de Guadalupe Santa Cruz, tanto en la literatura como en las artes visuales”, señala la investigadora Andrea Ocampo, quien es una de las impulsoras de un homenaje a esta artista, cita que se desarrollará el próximo viernes 24 de enero, bajo el título de “Tintas de mapas”. Y es que la prolífica obra de Santa Cruz se mueve entre la visualidad y la palabra, posicionándola como una figura extraordinaria y disidente de la literatura, filosofía, traducción y el grabado local. Autora de libros como “Cita Capital” (1992), “El contagio” (1997), “Plasma” (2005), “Quebrada” (2006) y “Ojo líquido” (2011), entre otros, la artista nacida el año 1952 en Estados Unidos y fallecida en Santiago el 2015, concentró sus esfuerzos vitales en la escritura y la investigación sobre el lenguaje, las imágenes, las aguas, los relieves y territorialidades. Todo esto a partir de sus experiencias formativas en Filosofía en el caso de Chile y en grabado en Bélgica, donde vivió su exilio luego de 1973.
Pero no solo estuvo avocada a la creación propia. También, por más de 20 años, realizó un taller literario donde arribaron escritores, filósofos, artistas visuales, cineastas, arquitectos, políticos, historiadores, entre otros. Un laboratorio creativo bullente donde el trabajo interdisciplinario y desde las palabras, permitió experimentar, crear comunidades y redes de complicidad estética y social, en más de ocho generaciones, impactando en el campo cultural de los noventas y dos miles, de manera permanente.
Como explica Andrea Ocampo, “Guadalupe se desenvolvió en escenarios docentes y colaborativos, como son los talleres de escritura con jóvenes, donde confluían diversidad de géneros y disciplinas, además de talleres de trabajo con mujeres, así como con sindicatos de trabajadores. Además, participó en múltiples proyectos de investigación de arquitectura, filosofía, género, entre otras disciplinas. Su red de amistades, talleristas y múltiples generaciones de estudiantes son muestra la influencia de su vitalismo crítico en sus propias trayectorias biográficas”. También, son parte de los impulsores de “Tinta de Mapas”.
Cristian Foerster, académico, poeta y organizador del evento es uno de ellos. “En este homenaje, celebraremos la vida y obra de quien marcó nuestra trayectoria profesional como biográfica. El legado de Lupe es múltiple y se ramifica por áreas tan diversas como las aguas que circundan los archipiélagos (…). Su memoria cada día está más viva y arde en todas las personas que la conocimos y formó”.
“La honraremos con el nuevo desafío de leer su obra desde la particularidad de su pensamiento que entrega herramientas críticas para leer nuestro presente”, señala por su parte el escritor y psicoanalista, Javier Norambuena.
Más allá de este homenaje particular, concluye Andrea Ocampo, “Guadalupe Santa Cruz es autora de una de las obras más singulares del campo cultural latinoamericano. Es experimental, desafiante, profunda. Nos exige abrirnos a deambular por zonas textuales y visuales que se desmarcan de los parámetros establecidos. Nos invita a detenernos en cada frase y trazo, tanto en su escritura como en los grabados, como si se tratase del pliegue de un origami desconocido y colosal”.
Coordenadas y programa
El evento, a realizarse en el Espacio Lector del Centro Cultural Palacio la Moneda, contará con dos mesas de conversación: una, con autores pertenecientes al taller histórico y una segunda, con autoras y cómplices afectivas tanto de Guadalupe, como de su escritura, como la antropóloga Sonia Montecino, las filósofas Cecilia Sánchez y Alejandra Castillo, además de la académica María Inés Zaldivar.
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