Carol Fernández comenzó Amapolay junto a Fernando Castro hace trece años. Su marca usa la serigrafía para condensar la identidad latinoamericana, pero, con los años, se ha ido convirtiendo en una plataforma cultural. A días de aterrizar en Chile, comenta la escena nacional: “Admiro que puedan generar una movida grande y que además no solamente sea de gráfica, sino también de música e incluya talleres”, dice.
Comunicar a través de la imagen, usando como herramienta la serigrafía. La serigrafía: una técnica de impresión que consigue reproducir imágenes a través de una malla tensada en un marco a través de la cual se transfiere tinta. Comunicar usando la serigrafía fue el propósito con el que nació Amapolay, un colectivo gráfico con 13 años de formación y con base en la ciudad de Lima, Perú.
Carol Fernández, que fundó esta iniciativa junto a Fernando Castro, ahora se prepara para venir a Chile a participar, una vez más, de la Feria Kontrabando, que en su cuarta versión tendrá lugar en el Centro Cultural Espacio Matta en La Granja los días sábado 5 y domingo 6 de abril. Esta vez, su nombre es “Peri-Feria Gráfika”, poniendo el énfasis en la importancia de llevar estas instancias fuera de los circuitos donde tradicionalmente tienen lugar.
Amapolay participa hace tres años en Kontrabando y aterrizará en Chile para traer sus diseños coloridos y fosforescentes, que recogen elementos de la cultura popular peruana y latinoamericana. Pero su línea textil no es el único rubro de la marca, que además autogestiona actividades comunitarias y participa de diversos colectivos, espacios culturales, instituciones, artistas y galerías alrededor del mundo, creando un sello propio que es reconocido en Perú por su aporte estético y su rol político.

Pocos días antes de volar a Chile, Carol conversa con La Raza Cómica sobre la importancia de las instancias colectivas para la supervivencia del arte y sobre la potencia de la unión latinoamericana.
–¿Cómo ha ido mutando –creciendo, quizás– el propósito original con el que nació Amapolay a medida que pasan los años?
–Bueno, nosotros en el proyecto de Amapolay empezamos cuando éramos estudiantes de Antropología de la Universidad Nacional de Lima, y empezamos con algo muy pequeño y hemos ido creciendo y explorando diferentes técnicas. La que hasta ahora utilizamos es la serigrafía, pero también hemos pasado por el performance, por el muralismo y la ilustración digital.
–¿Cómo ves la escena chilena? ¿Qué cosas admiras de acá y cuáles crees que nos hace falta desarrollar todavía?
–Yo participo de Kontrabando hace tres años y la escena chilena me parece bien bacán, y una muestra de eso es que se haga un festival de la magnitud de la Feria Kontrabando, y que haya tantos artistas y creadores independientes. Admiro que puedan generar una movida grande y que además no solamente sea de gráfica, sino también de música e incluya talleres. Otra cosa que me gusta bastante es cómo han logrado integrar las diferentes edades, porque es un festival familiar. Eso es lo que realmente admiro: creo que la programación es balanceada, que no está solamente dirigida a los jóvenes, sino a todas las edades.
–¿Cuál es la importancia de las instancias autoorganizadas y colectivas? ¿Por qué agruparse? ¿Cuál es la relevancia de crear colectivamente como región latinoamericana?
–Yo creo que es importante pertenecer a una red de artistas latinoamericanos, porque considero que el movimiento de los artistas fuera de nuestros países también permite expandir nuestras mentes, permite hacer realmente un intercambio cultural. Permite conocer nuevos procesos, conocer de primera mano la historia de nuestros países y reconocernos como latinoamericanos, no como peruanos, como chilenos, argentinos o tal, sino reconocernos como latinoamericanos. Hay un poder muy fuerte, que es la cultura norteamericana o la cultura occidental, que más bien siempre se trata de imponer, y es chévere pertenecer a un colectivo donde estamos empujando y sentimos orgullo de la raíz a la cual pertenecemos.
–¿Existen instancias similares a Kontrabando en Perú? ¿Participas de ellas también?
–Sí, yo soy gestora del Festival Perú Independiente y la idea es poder generar una movida y una economía sostenible en base a poder difundir el arte y la cultura que hay en nuestros países y que está resistiendo. Por eso es que también siento mucha afinidad con la Feria Kontrabando, porque he visto el crecimiento de esta feria a través de los años y cómo cada vez se lo toman más en serio. Creo que para nuestros países, para nuestras regiones, estos espacios y que sean grandes es muy importante. A más grande, somos más fuertes, somos más gente involucrada y por ahí sonamos más. Una feria así, un día, realmente es una competencia para un supermercado o para un market, y yo creo que es importante porque es generar una economía consciente, una economía que de alguna forma cambia y también hace que sea sostenible el poder vivir del arte.
Perfil del autor/a: