Como Raza Cómica -media pana del Festival Kontrabando- nos dimos una vueltita loca por los puestos y espacios míticos del Espacio Matta. Por ahí charlamos con los puesteros y puesteras de esta edición que llevó el arte gráfico, la danza, música, poesía y más a la comuna de La Granja. A días de concluído este evento cultural, un repaso a lo que puede quedar solo en la memoria, las historias de Instagram y los archivos de audio, pero que quisimos dejar como balance.
Como buen –o mal– media pana, nos fuimos a dar una vuelta intrusa a la nueva edición del Festival Kontrabando, desarrollado el pasado sábado 5 y domingo 6 de abril. Recorrimos el Espacio Matta, comenzando, por supuesto, por un nostálgico recorrido por el mural del artista que le da nombre a este centro cultural de la comuna de La Granja: El primer gol del pueblo chileno, co-creado por el pintor y la Brigada Ramona Parra. Desde allí, y mirando de reojo todo lo que estaba en los puestos, la visualidad, los colores, las formas y las identidades gráficas llenaron el recorrido que hicimos.
No solo chusmeamos. Algo de chambita hicimos y conversamos con algunos de los caseros y caseras del festival-feria, que, desde distintas latitudes, disciplinas y estilos, nos dieron sus impresiones y reflexiones sobre esta edición del encuentro.

Por ahí, en el camino, nos saltaron algunos viejos amigos como Antonio Hernández, representante de la Cooperativa de Trabajo Trashumante. En su primera participación en el evento, cuenta, “es bacán que lo hayan hecho, sacarlo un poco del centro. Todo se va para allá y que se traiga a la zona sur creo que es algo re importante”. Sobre el público circulante, agregó, “la gente se ha visto bien, entusiasmada, nos han preguntado harto y ha estado bien bonito. Harta gente conocida, amigos, amigas de la vida también, que se han cruzado y mucho arte bonito”.
Seguimos recorriendo y admirando el talento y trabajo de quienes están en los distintos espacios de la feria. Otra de las paradas nos lleva al puesto del Festival Periférica, del cual también fuimos media pana (acá puedes encontrar todo lo que publicamos de este otro evento cultural). Esperamos pronto una nueva edición de este encuentro, que, como evocamos desde una de las notas, “tiene la intención de visibilizar un circuito de obras y artistas que están en los márgenes y que hasta el día de hoy no poseen una cohesión clara”.

Otras de las participantes fueron la ilustradora Carla Vaccaro de Chile y Kyre de Vuelo Nocturno desde Bariloche, Argentina. Kyre llegó a Kontrabando por Carla, a quien conoció en su ciudad, al sur del país vecino. El año pasado, cuenta Kyre, “vine para acá, yo quería venir a conocer la feria. Vine, entré, participé de las actividades. Y después, bueno, Carly me ayudó haciendo el puesto partido. Así que para mí es una experiencia nueva”.
Sobre la ubicación del Festival Kontrabando, Kyre menciona el concepto de “descentralización”. Como sigue, “me parece políticamente interesante que el arte tenga una distribución más horizontal en lugares de distinto acceso. O sea, gente de distintas clases sociales pueda acceder a este tipo de eventos”. Le secunda Carla con la siguiente acotación: “como Kire viene de Bariloche, pasa un poco lo que pasa con las regiones y las capitales, en donde muchas ferias gráficas se mueven en Buenos Aires, en Capital, o en La Plata, y cuesta mucho hacer proyectos en regiones y movilizar otros espacios”.
Otro punto que pone sobre la mesa Carla es que “la Kontrabando no tiene un lugar fijo donde sucede, eso es como parte de su identidad, esta cosa móvil, como una espora que va viajando y que va cambiando según la época del año el lugar donde está y lo que socialmente está pasando en ese momento. Siento que es su naturaleza y que este formato de salir del centro es lo que tiene que pasar también. Me parece más algo orgánico que algo especial”.
También desde otra latitud geográfica, hablamos con Cristian de Taller la Cómplice de Lima, Perú. Cristian no sólo vino a vender las piezas creadas con tipos móviles, sino que también dio un taller. “Salió increíble porque era para seis y llegaron diez, y toda la gente bien empilada”; todos “jugar dibujando y cambiando de papel. Salió bacán”.
Esta edición es su cuarta participación en Kontrabando con La Cómplice, que, como explica, “es un taller tradicional donde trabajamos con impresión tipográfica, grabado y un poquito de riso. Combinamos las técnicas”.
Sobre sus venidas a Santiago, destaca que “hay muchas familiaridades”; y sobre esta edición en particular “me pareció importante tomar estos riesgos, como ferias, porque por ejemplo en Lima también hay muchas ferias, pero todas son centralizadas y creo que descentralizar es una manera importante de sobrevivir para las ferias. A veces el arte gráfico tiende a quedarse en un solo círculo y siempre van los mismos, incluso los feriantes son los mismos que la gente que consume, y creo que abrir el espacio para ir a otros lugares es importante”.
“Me gusta mucho el público de Chile en general, porque también he estado en Valparaíso. Creo que hay una especie de exigencia que me parece buena hacia el feriante, de sacar cosas nuevas; entonces eso es como un bucle que ayuda a que el feriante cree constantemente y no se quede con lo que más se vende, sino que también arriesgue”, agrega.

También desde Perú, específicamente desde Ayacucho, la artista Kelly Cuyabamba llegó a cargo de Niña Chay y de Chirapa Art, “un proyecto de arte popular vinculado a toda una herencia de arte y tradición ayacuchana, peruana, andina y también contemporánea. Me interesa la mezcla técnicas tradicionales, digitales, textiles para una expresión más clásica”.
Sobre estas mixturas, profundiza: “Mi familia es ayacuchana y he aprendido la técnica del arte popular, que es esto, la creación y la técnica pictórica vinculada a la artesanía, pero también estoy abierta a explorar muchas otras cosas, como fotografía y textil. Me interesan muchas cosas más, entonces lo mezclo en mi quehacer artístico. Si bien la técnica tradicional es parte de mi identidad como artista, hay otras cosas que también me llaman la atención. Intento fusionar para crear una hibridación, que es un poco como soy también”. Todo esto lo relata mientras toma entre sus manos unas fotografías impresas en un especial material holográfico. Imágenes de mujeres andinas con sus polleras.
“Creo que es necesario, primero, democratizar los espacios vinculados al arte. Yo vengo de las artes plásticas y en algún momento los museos y las galerías han sido muy lejanos a las personas de a pie”, finaliza.

PD: Revisa los otros contenidos que publicamos de Festival Kontrabando:
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PD 2: Saludos al amigo payaso que nos recibió a nosotros y a todo el público que llegó a Fesival Kontrabando. Pura calidez y gracia.
Equipo Editorial LRC