Sucede afuera y rebota adentro: “Como envejecen los globos” de Roberto Corrial

“Como envejecen los globos” (así, sin tilde, porque no es pregunta ni exclamación, sino una comparación con el modo en que envejecen los globos, como prologa Gabriela Paz Morales, su editora) es el tercer poemario de Roberto Corrial, publicado por Lagar Editores. En él sentí un humor ponderoso, que —creo— resulta ser ese lugar de origen de su poética, que es también un amparo para un ajetreo mental y existencial. Habiéndolo escuchado al poeta recitar poesía anteriormente, todavía me encontraba en un terreno incierto sobre qué me iba a encontrar en este poemario que presento hoy (25 de abril de 2025), y sobre todo cómo me iba a sentir por sus escritos. Desde este lugar de curiosidad, como la de una niña que espía a sus vecinos, leí este libro. Y desde el lugar de una mujer que espió suficiente como para querer seguir haciéndolo, pero con otros ojos, leo esta presentación.
El poemario comienza con el hablante lírico enunciándose de inmediato:
soy aquella larva
en el camino
ensalivado
de su
muerte (…)
Al enunciarse en el poema, pienso en la forma que Roberto encara la poesía del Yo. Meramente enunciarse no garantiza una presencia, menos una definitiva, pero puede hablar de una en proceso, como suele suceder con el lenguaje que no está asentado en ningún asiento. En este caso creo que se adhiere más a hablar sobre procesos (de vida), pues lo veo transitando por los temas de la niñez hacia la adultez, la vejez, la pérdida y la muerte. El poeta aquí ya no quiere retirarse de su cuerpo para responder preguntas concretas, sino que construye un vínculo con su entrada y salida del cuerpo constante, incorporando y revelando el sentir de esto. Es muy preciso comenzar este libro con el poema de la larva, animal en desarrollo que no ha abandonado aún el huevo, pero que es capaz de nutrirse a sí mismo, y luego puede transformarse o morir, pues el poeta trabaja la vida humana en torno a un proceso similar: el tránsito desde el primer día al último.
Al repensar la poesía que se enuncia desde un Yo, hay que destacar que hay gente que cree que toda la poesía es poesía del Yo, y en ese sentido no estoy en acuerdo ni desacuerdo. Sin embargo, esta puede estar construida desde lo que sucede afuera o desde lo que sucede adentro. Que el estímulo venga del mundo exterior o, en otro caso, del mundo interior, depende mucho de cómo el poeta aborda su propia vivencia y poesía. En el caso de “Como envejecen los globos”, Roberto Corrial encara la poesía del Yo como algo que sucede afuera y rebota adentro.
Continúa así el poema:
(…)
el marsupio
de los verbos
prematuros
aquel equinoccio
de la fiesta de al lado
el esquema del fuego
la mitad
de una
multicancha.
Es al final de este poema donde empiezo a ver algo que podría ser poesía cotidiana que aparece en su formato más contemporáneo.
Hay un mundo real, que puede ser hostil, hay tesoros, aguaceros, refrigeradores y corazones magnéticos en este libro, y en este espacio más cotidiano veo relucir algo de este humor macizo del poeta. Rayé muchas veces con esta frase que sirve como divisor entre poemas: “Una gaseosa ha esperado toda su vida este momento”, porque sentí que eso agarraba la idea mayor del poemario: el paso del tiempo mostrado en los objetos del día a día, y sus aspiraciones, tal como nosotros humanos las tenemos. También está ahí la idea de que algo tan banal y superfluo también es grave y puede ser definitivo.
Otra de estas frases divisorias fue “De vez en cuando enterramos un tesoro para abrirlo en otra vida”, que me hace pensar en el trayecto vida—muerte que hace Roberto en su trabajo. Este código existencial pero cotidiano en el que estuve leyendo el libro también indica que los sentimientos que viven en este plano pueden estar acá y estar en la profundidad a la vez. Uno puede estar deseando mientras toma una gaseosa, o uno puede estar añorando otra vida cuando entierra un tesoro.
En el poema “TARA” el poeta dice:
Cuántos sonidos aplastaremos al morir
la cinta del súper desliza el cuerpo tibio de un pollo
una cama elástica esperará
el cansancio de la noche
Aquí la espera de que el polvo de estas palabras se asiente es como la de un montón de niños que se van a cansar de jugar eventualmente en la tierra. El hablante lírico sabe que comienza como una larva, animal en desarrollo, en un mundo entre absurdo y profundamente real y, casi al final, muestra lo que —creo— da origen a este poemario, la muerte que no termina por acabarse, tal como un globo se desinfla y se arruga, pero no se extingue:
Mi piel ha perdido elasticidad
vengo sucio
me apago
sigo siendo rosa
como envejecen los globos
Pienso en la solemnidad de algo incomprendido, en la agonía de no morir completamente. Este poemario me hace dar vueltas sobre los lugares en los que he estado, tanto en estados de vida como en multicanchas o supermercados, y creo que muestra el gran talento que tiene Roberto Corrial de movernos entre espacios que nacen desde afuera, pero rebotan adentro.
“Como envejecen los globos” (Lagar, 2025) es el tercer libro de Roberto Corrial (San Miguel, Chile, 1984) poeta, redactor publicitario, guionista y docente. Publicó anteriormente los libros Displacias (Verbo desnudo, 2019) y Yoni Microsoft (1668, 2020). Ha sido reconocido en los siguientes certámenes: primera mención en el concurso internacional de poesía Verso Desnudo (2018), así como una mención honrosa en Santiago en 100 palabras (2008). Como columnista, ha colaborado en la revista impresa Cebra (2011) y ha participado en diversas revistas digitales de poesía. Además, es cofundador de la revista impresa de poesía Riña.
