Cuerpos prostéticos y biopolíticas de la carne 

agosto 06, 2025
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Imágenes virales, de Cristóbal Durán

Más allá de un análisis de su filmografía, en la película se despliega «una reflexión provocadora sobre cómo las imágenes afectan y configuran nuestra corporalidad en un mundo atravesado por virus visibles e invisibles». Según esta reseña, el filme se convierte en «un mapa conceptual para repensar cómo habitamos nuestra carne».

En Imágenes virales: el cine de David Cronenberg, Cristóbal Durán propone una mirada filosófica singular que va más allá del análisis cinematográfico convencional, para situar al cuerpo como el nodo central de una red de contagios visuales-virales, afectivos y políticos. El autor no solo revisita la filmografía de Cronenberg desde una óptica estética o narrativa, sino que despliega una potente reflexión sobre la naturaleza misma de la imagen y el cuerpo en la contemporaneidad. Siguiendo la intuición y la pista dejada por William S. Burroughs —quien definió a la imagen como “virus” en circulación parásita—, Durán sostiene que las imágenes en el cine cronenberguiano no son meros reflejos ni representaciones, sino agentes activos que infectan, atraviesan y transforman la carne, la subjetividad y los sistemas de poder.

Anatomía de un deseo viral: cuerpos y biopolítica

La primera parte del libro articula una propuesta teórica sólida: los cuerpos no son entidades cerradas, sino superficies biopolíticas en las cuales el deseo actúa como un espacio de contagio y gestión. Durán conecta esta perspectiva con la obra de Michel Foucault, retomando la idea de biopolítica como el régimen moderno de administración de la vida y los cuerpos bajo determinados regímenes gubernamentales de normalidad/normalización. El análisis retoma conceptos foucaultianos sobre la biopolítica del cuerpo y el deseo, mostrando cómo estas dimensiones son objeto de gestión y control a través de dispositivos técnicos, sociales y culturales que atraviesan la carne y sus expresiones.

Durán redefine el concepto de “virus” para trascender su sentido biomédico y convertirlo en un vector simbólico, memético y afectivo: el virus es aquello que no solo infecta físicamente, sino que se propaga a través de discursos, imágenes y prácticas culturales. Este enfoque permite entender cómo el cine de Cronenberg, en títulos como Shivers (Parasite) y Crimes of the Future, despliega una metáfora del deseo epidémico. En estas películas, el contagio sexual se convierte en un dispositivo narrativo y filosófico que cuestiona la delimitación entre individualidad y colectividad, normatividad y exceso. El parásito que desata el deseo no solo fragmenta cuerpos, sino que desarma las instituciones y códigos sociales, revelando la carne como un terreno político y abierto a la mutación.

Cuerpos prostéticos: técnica, goce y mutación

La segunda sección del libro profundiza en la noción de cuerpo como tecnología abierta y mutante. Lejos de concebir el cuerpo como un organismo natural o cerrado, Durán sostiene que en el cine de Cronenberg se manifiesta un cuerpo prostético, que se modifica, se fragmenta y se reconfigura en interacción constante con técnicas, máquinas y heridas. Esta perspectiva se enriquece con la teoría deleuziana y guattariana del “cuerpo sin órganos” y los ensamblajes de flujos que desafían la idea de unidad corporal.

Durán explora cómo el goce en el cine cronenberguiano trasciende el placer tradicional para transformarse en un goce maquínico, instalado en la “desviación”, la colisión y la mutilación. En Crash, por ejemplo, el erotismo se despliega en el choque entre carne y metal, en el trauma y la herida, jugando constantemente con la cicatriz, lo que abre una experiencia corporal disruptiva y radicalmente nueva. En Crimes of the Future, la carne se convierte en un escenario de creación estética y política, donde la cirugía no es un acto reparador sino performativo, y el cuerpo mutante es una obra en proceso que cuestiona las normas biopolíticas clásicas.

En este contexto, el cuerpo es simultáneamente máquina de producción y campo de batalla: produce deseo, arte y política desde su capacidad de transformación constante. La mutación corporal aparece entonces como un gesto político que desafía la biopolítica tradicional y anuncia una biotecnopolítica donde el control ya no se limita a preservar la vida, sino a gestionar y producir nuevas formas de existencia y subjetividad.

Biopolítica de la carne: cuerpos gestionados, deseados, contagiados

La tercera parte del libro ofrece una reflexión profunda sobre la carne como espacio de confluencia entre la política, la técnica y la estética. Durán plantea preguntas cruciales: ¿Cómo gestionan el poder los cuerpos cuando estos se vuelven mutantes, híbridos y deseantes? ¿De qué manera el deseo penetra las políticas de vigilancia y normalización? En esta línea, el autor destaca que las figuras del cuerpo enfermo o contaminado no deben leerse exclusivamente como patologías, sino también como formas de resistencia estética y política.

Durán subraya cómo las estéticas de lo abyecto y lo informe, recurrentes en la obra de Cronenberg, funcionan como contraimágenes que desafían las normativas corporales y sociales. Estas imágenes corporales desviadas abren la posibilidad de pensar otras subjetividades no hegemónicas, donde el virus es tanto amenaza como método. En este sentido, la biopolítica contemporánea no solo es un dispositivo de control, sino también un terreno de disputa en el que el pensamiento viral emerge como estrategia para resistir y radicalizar las formas de ser.

El libro concluye proponiendo un “pensar desde el virus”, una forma de pensamiento que asume la contaminación, la exposición y la mutación como condiciones para una nueva política del cuerpo y el deseo. Estos cuerpos contaminados y mutantes no son simplemente víctimas pasivas de las biopolíticas de control, sino que actúan como agentes creativos, invenciones radicales que abren espacio para otras formas de habitar el mundo y la carne.

Una reflexión provocadora

Imágenes virales de Cristóbal Durán es un texto imprescindible para quienes quieran adentrarse en la complejidad del cuerpo contemporáneo desde la intersección del cine, la filosofía y la política. Podría seguir realizándose un análisis mucho más extenso de las distintas lecturas que realiza de las narrativas corporales, normativas y superadoras–prostéticas, pero, para eso, es mejor que se acerquen al libro, en el que, más allá de un análisis de la filmografía de David Cronenberg, se despliega una reflexión provocadora sobre cómo las imágenes afectan y configuran nuestra corporalidad en un mundo atravesado por virus visibles e invisibles. Durán invita a pensar el cuerpo como un campo abierto de fuerzas, mutaciones y contagios, y a reconocer en esa vulnerabilidad misma la potencia de resistencia y creación.

En una época marcada por la hipervisibilidad, la vigilancia biopolítica y la circulación acelerada de imágenes e informaciones, Imágenes virales se convierte en un mapa conceptual para repensar cómo habitamos nuestra carne y cómo el deseo puede ser una fuerza disruptiva capaz de reconfigurar tanto el cuerpo como la política.

AUTOR/A/ES
POR 
Amapola Fuentes
Docente de filosofía, investigadora multidisciplinar en Plataforma Endosimbiótica, poeta y escritora de filosofía política en Colapso y Desvío, y de cuentos de ciencia ficción. Busca entrecruces entre filosofía, biología, política y ética desde una corporalidad discapacitada.
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