Organizadores de Re: MATERIA IMPRESA: «Nos hemos puesto el objetivo de trascender al comportamiento tradicional de una feria de publicaciones»

Tonah de Esto es un Libro y Pablo C. Castro de SE IMPRIME conversaron con Raza Cómica sobre Re: Materia Impresa – Encuentro de Prácticas Editoriales, cuya tercera edición regional -segunda en Santiago de Chile-, se celebrará los días 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre en Centro Cultural de Factoría Santa Rosa; reuniendo a proyectos de distintos países de la región que abordan, de manera particular, el objeto libro y sus potencialidades. “Creemos que parte de la desmitificación del libro, así como de la recalibración de su carga simbólica y cultural, también puede iniciar en este tipo de encuentros. (…) Comprendemos al libro más como una posibilidad de socialización y encuentro que como una unidad intelectual que provoca experiencias de lectura aisladas”, señalan.

El próximo 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre se desarrollará la tercera edición de “Re: Materia Impresa – Encuentro(a) de Prácticas Editoriales”, feria de arte editorial que convoca a artistas y publicadores para presentar su trabajo en torno al arte impreso y la publicación experimental e interdependiente. La cita será en el Centro Cultural de la Factoría Santa Rosa, en pleno barrio Franklin.

“Re: Materia Impresa” es la Tercera versión de “Re:”, feria con el mismo fin que se instaló por primera vez en Ciudad de México y su segunda versión en Santiago de Chile. Con la participación de proyectos que llegarán desde Argentina, Perú, Colombia y México, “Re:” se plantea como un proyecto internacionalista, sin territorialidad específica, sin banderas y sin fronteras geográficas.

Este Tercer capítulo de “Re:” es posible gracias al trabajo colaborativo de SE IMPRIME en colaboración con el proyecto editorial basado en Ciudad de México GATO NEGRO EDICIONES y el laboratorio editorial ESTO ES UN LIBRO, también mexicano.

La inauguración se realizará el viernes 31 de octubre desde las 17:00 a las 20:00 horas, mientras que el sábado 1 y el domingo 2 de noviembre “Re: Materia Impresa” se mantendrá abierta a todo tipo de público entre las 11:00 y las 18:00 horas con una amplia agenda de lanzamientos, performances, lanzamientos de libros y música e intervenciones visuales y sonoras a cargo de proyectos que se relacionan con las artes gráficas.

Sobre esta experiencia y sus miradas sobre el libro, las artes impresas y sus potencialidades, esta conversación con Tonah y Pablo C. Castro.

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-¿Cuál es el balance de la edición de este evento que realizaron en julio? ¿Algunas claves y aprendizajes que hayan salido de allí?

Después de conversar y conocer las opiniones que nos entregaron expositores y quienes participaron y visitaron la feria de fines de julio, lo más interesante es haber instalado un nuevo espacio para la circulación, la conversación, la muestra y el despliegue del trabajo editorial de tanto nuevas como establecidas editoriales. Faltaba un encuentro así, descentralizado y externo al dominio cultural y académico, desprovisto del canon y el precepto cultural hegemónico. Es así como volvimos a acomodar en los bordes de la comuna de Santiago una cápsula temporal e ideológica dedicada a las personas que se enfrentan a lo impreso y al publicar como propuestas de expresión. En base a esta experiencia, reforzamos la idea de que este tipo de ferias y encuentros, por mucho que se programan y organizan, terminan tomando la forma que le da la audiencia junto a los proyectos en exhibición.

-Si bien es una feria con más participación de creadorxs locales tienen una vocación latinoamericana. Deviene de una experiencia en México, ahora viajan algunxs artistxs de otros países cercanos. ¿Qué mirada le da esta característica regionalista?

Desde la perspectiva del equipo organizador y colaboradores, nos interesa fluir entre ideas como lo internacionalista, el cruce de culturas, el intercambio de bienes culturales, la mixtura y el «intercambio de fluidos» como lo mencionó el curador peruano Gustavo Buntinx. Desordenar y hacer ruido, cultivar lo desprolijo en las relaciones y en el pensar; evitar por cualquier modo la domesticación de las ideas. En lo personal, estimular el intercambio y el diálogo cultural que traspasa nuestras fronteras tanto de cuerpo, mente y geografía así como los pueblos que viajan a otros territorios para -en un mercado improvisado- ofrecer sus productos, los de la montaña a los del mar, los del mar a los del valle, los del valle a los del bosque, etc.

-En el comunicado hablan de artistas y publicadores. ¿Cuál es precisamente esta distinción?

El espíritu en realidad es que no exista distinción. Artistas publicadores, publicadores que hacen libros, personas que publican, publicaciones que hacen dibujantes, escritores que encuadernan sus publicaciones, encuadernadores que hacen publicaciones, publicaciones impresas y con páginas en blanco; revistas, zines, libros, plaquettes, estampas, afiches, láminas, postales e impresos en general como producciones gráficas y visuales que son publicaciones finalmente.

-¿Qué está pasando territorialmente al desarrollar la feria en Franklin? ¿Cómo dialogan con la movida gráfica instalada allí y con el barrio en general?

Nuestro taller, estudio, galería y centro social está ubicado en el barrio. Hace poco más de 3 años nos ubicamos en este territorio y con la categoría de vecinos nos interesa compartir el vibrar social que caracteriza a esta zona de Santiago. Rodeados de mercados populares y de informalidad, nos resulta la geografía perfecta para poner en circulación y para la producción de publicaciones y el pensar y disfrutar en torno a lo impreso. Nos ofrecemos al barrio y a quienes lo visitan cada vez que abrimos las puertas de nuestro local y lo mismo sucede cuando realizamos encuentros como nuestra feria. Nos produce un goce tremendo recibir a nuestros vecinos, colaborar y ofrecer nuestro tiempo para el diálogo espontáneo mientras hojeamos y ojeamos publicaciones artísticas.

-¿Cómo describirías la trayectoria de las ferias de artes gráficas y editoriales en estos últimos años? Hay cambios como los lugares donde se hacen, los focos… 

Las ferias de artes gráficas han proliferado y lo bueno es que cada una tiene su línea editorial bien marcada. Están las de oficios gráficos, las de artes visuales, las que están diseñadas para la élite, las del libre mercado, las de barrio alto y las populares. Pocas ofrecen un espacio bien definido para acoger lo específico relacionado con la publicación artística y el arte impreso y es ahí donde nos interesa ubicarnos. Desde 2016 se ha tomado vuelo para instalar momentos y espacios dedicados a los libros extraños que circulan por fuera del mercado tradicional. Somos herederos, en todo caso, de impulsos que venían de mucho antes y que lo que nos une a ese origen es el espíritu inquieto y profundamente humano que nos sostiene.

-Sabemos que todas tienen objetivos diferentes, públicos distintos, pero, ¿qué crees que pueda faltar plantear en este tipo de encuentros?

Nos hemos puesto el objetivo de trascender a lo que es el comportamiento tradicional de una feria de publicaciones. Partir por ejemplo organizando una buena fiesta para que no sólo se trate de estar detrás de una mesa o un mostrador. Instalar consignas ideológicas para que se exprese nuestra condición de sujetos políticamente incorrectos. Queremos diluir las figuras de directores y curadores de ferias evitando por ejemplo la selección de proyectos y que simplemente puedan participar todas las personas que se inscriban como expositores. Deseamos establecer un encuentro horizontal para que tal como se menciona más arriba, este tome la forma que tanto la audiencia como expositores decidan.

Quedará por delante una nueva revisión de los modelos feriales, eso sí, sobre todo porque si pensamos que el modelo editorial es proclive a ser “editado”, la consecuencia natural es que también otros territorios como la librería, la biblioteca y  –por supuesto– la feria, sean susceptibles al cambio.

-Si bien el trabajo de diseño y las publicaciones de artes gráficas tienen características de obra, igualmente, en algunos casos, corresponden a libros. ¿Qué claves crees que habría que aplicar para acercarlos a los públicos considerando los reparos y barreras que hay en torno al libro?

Creemos que parte de la desmitificación del libro, así como de la recalibración de su carga simbólica y cultural, también puede iniciar en este tipo de encuentros. Sobre todo si logramos generar un espacio que aglutina publicaciones cuya capacidad expresiva evidencie que conceptos como la escritura, la lectura y la creación gráfica (por mencionar algunos) son herramientas de expresión y comunicación cotidianas, fáciles, posibles. Desprofesionalizables y desinstitucionalizables. Comprendemos al libro más como una posibilidad de socialización y encuentro que como una unidad intelectual que provoca experiencias de lectura aisladas. Nos interesa que Re: no solo se conjure como un “mercado” de publicaciones… sino que además logre constituirse como un semillero de ideas y un abrevadero para incentivar la aparición de nuevxs editorxs, laboratorios, colectivos que sigan ramificando la escena publicacional local y regional… fuera de la sacralidad del libro. La verdad, no nos tomamos al libro tan en serio.