El acercamiento de la ciencia a las infancias en Huellas en el universo de Ivania Maturana

noviembre 28, 2025
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Hace veinte o treinta años, las explicaciones sobre la formación del universo dirigidas a las infancias provenían principalmente de dos fuentes: los relatos religiosos y las interpretaciones científicas presentadas en enciclopedias. Hoy, los libros de divulgación cruzan fronteras, tanto en sus formatos de publicación como en el lenguaje que emplean. Tal es el caso de Huellas en el universo: una historia de la materia oscura, de la doctora en física e ilustradora Ivania Maturana (1987), un libro-álbum publicado por Claraboya Ediciones que, desde una visualidad poética, invita a los y las pequeñas lectoras a acercarse al origen del cosmos y de la materia oscura.

Es precisamente a través de las explicaciones sobre la expansión del universo que las ilustraciones del libro hilvanan una comprensión posible de conceptos tan abstractos como los “átomos” o la “materia invisible”. Maturana, conocedora del lenguaje científico, pone en diálogo palabra e imagen, haciendo de la ilustración un medio entre arte,  conocimiento y realidad: “si miramos de manera diferente los objetos y seres que nos rodean, las cosas cotidianas a las que no damos importancia tendrán otro sentido”.

En el mismo juego que propone entre ilustración y texto, el universo —representado como un océano profundo donde relampaguean colores y estrellas— se entrelaza narrativamente con lo cotidiano. Este cruce permite anclar la idea de la formación del cosmos a la existencia del mundo tal como lo habitamos, haciendo de Huellas en el universo un libro de divulgación que cumple con un rol pedagógico, pero sin perder la propuesta poética.

Tal como en La musiquilla de las pobres esferas, de Enrique Lihn (1929-1988), Maturana se refiere al sonido espacial como una forma de materia invisible. La narrativa deja abiertas preguntas como aquello que sostiene a un volantín en el cielo o el desafío que los pájaros plantean a la gravedad durante su vuelo. Dejar estas preguntas en la lectura amplía la idea de la materia oscura como “lo que no podemos ver, pero sabemos que está presente”.

En sus páginas finales, el libro incluye una breve sección de preguntas y respuestas, con una mención a la astrónoma estadounidense Vera Rubin (1928-2016), pionera en los estudios sobre la materia oscura. Al recordarla, Maturana no solo rescata el rol de las mujeres en la ciencia, sino que invita a mirar el universo —y todo lo que no vemos, pero sabemos que está ahí— desde la curiosidad y la imaginación.

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