El teatro como servicio al pueblo chilote: Entrevista a Niko Sepúlveda de la Compañía Okliria Oficio Escénico  

diciembre 27, 2025
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Han recorrido islas y localidades del Archipiélago de Chiloé, llevando títeres y teatro a lugares donde no siempre llega una oferta cultural. Durante este camino han desarrollado alrededor de 11 montajes que les han llevado a otros lugares de Chile y del extranjero, como Perú, Argentina, España y Francia. Hoy están de celebración, pues cumplen 10 años de trabajo. Hablamos con Niko Sepúlveda, directora de este proyecto, para ahondar en la historia de esta compañía.

Montaje Libertad de las maravillas -Camila-Pérez-Soto
Montaje Libertad de las maravillas -Camila-Pérez-Soto

Niko (31) es oriunda de Quellón y sintió inquietud por las artes desde muy pequeña, explorando la pintura, la xilografía, el teatro y la danza. Recuerda que sus primeros pasos en este mundo fueron en talleres artísticos en Quellón y en la “Academia Islas del sur” en Castro, donde uno de sus maestros más significativos fue Rafael Lara. Pero también aclara que en su familia tuvo contacto con la cultura, el arte y los oficios, ya que su madre estuvo ligada a conjuntos de música de raíz y su padre es herrero de oficio.

La artista escénica, recuerda que en su adolescencia tuvo que emigrar de Quellón, en la época del virus ISA, que impactó fuertemente la economía local del pueblo entre 2007 y 2009. En ese tránsito llegó a Puerto Montt, donde a los 16 años descubrió el arte de los títeres y se formó con Kandice Aguad, una titiritera y artista escénica de esta ciudad. Conocer este oficio le cambió la vida y de esta manera entendió que el teatro es un servicio para el pueblo.

Años después, Niko se especializó con diversas disciplinas con distintas maestras y maestros del arte del títere, la marioneta, las máscaras, la pantomima, el teatro de calle, danzas de distinto tipo, la escultura, la herrería, la ilustración, la guitarra y el teatro documental latinoamericano en Perú junto a los Yuyachkani, de esta manera fue formando su camino como artista. 

Montaje El humo negro ha cesado - Camila Pérez Soto.
Montaje El humo negro ha cesado – Camila Pérez Soto.

-¿Cómo nació Okliria Oficio Escénico?

La compañía nació como un proyecto cultural, con la idea de que fortalezca la identidad y memoria territorial insular con una perspectiva de género. Que fuera un espacio donde la gente pudiera encontrar cuestionamientos, reflexiones, donde encontrar dramaturgias y metodologías artísticas situadas, en la entrega de elementos pedagógicos a las infancias, adolescencias y personas adultas mayores también, en torno a la identidad mapuche williche y chilota.

Nacieron las obras para ir a las islas, para llevar los títeres, las máscaras, el teatro, a infancias que nunca lo habían visto, como nosotras también, ya que, yo nunca vi títeres o teatro profesional cuando era niña acá en Quellón. Entonces, eso lo pudimos conocer afuera, en Puerto Montt, Santiago, Isla Negra, El Tabo, Valparaíso, cuando pude vivir. En ese tiempo dije: “esto no se está haciendo allá en Chiloé”, y ahí fue donde decidí regresar en el 2015, y creamos la compañía Okliria Oficio Escénico.

Ese año realizamos el primer montaje, que fue “Llampuzken, en los fuegos del invierno”, que venía ya con un enfoque en torno a la revitalización y la recuperación del Che sungun (lengua mapuche variante de la futawillimapu).

-¿Cuál es la trayectoria de la compañía?

En este momento tenemos 11 montajes, pero en el inicio hicimos varias alianzas con otros proyectos. Levantamos Okliria y también la colectiva de arte y títeres Uñum, hacíamos títeres y máscaras gigantes de calle, después nos organizamos en cooperativa con otras compañías el 2018, pertenecientes todas a la Asamblea de titiriteras y titiriteros de Chile (ATTICH) y creamos una webserie “Sumérgete en el Archipiélago de les títeres”, y así muchos caminos, montajes y colaboraciones con creadoras de otras disciplinas y exploraciones en otras formas de hacer teatro. En eso empezamos a crear nuevas obras para público adulto, “Con agua siémbrate lesbiana”. Después se integraron más compañeras a la compañía, la dramaturgia y dirección de Patricia Águila con “Nina, la peluca que brilla en la oscuridad” y “El humo negro ha cesado”.

Luego nos empezaron a invitar a festivales, hicimos itinerancias en Curicó, Santiago, Concepción, Puerto Montt, Valdivia, La Serena, Coquimbo, empezamos a recorrer Chile. De ahí pudimos viajar a Lima y presentamos nuestra obra “Con Agua Siémbrate Lesbiana”, que es para público adulto. También hicimos talleres de “Dramaturgia antipatriarcal” y conversatorios titulados “Recuperar la memoria histórico-social a través de la acción escénica” allá en Perú.

Regresamos e hicimos el radioteatro “Memorias insulares” con Patricia, que son metodologías de recuperación de la memoria antigua territorial. Fueron dos proyectos de radioteatro en las escuelas rurales, con la Bibliolancha, y seguimos trabajando con todos los proyectos hermanos del territorio. Luego nos fuimos a España, donde estuvimos girando un mes y medio. Allí nos presentamos cada día en distintos lugares. Creo que esa decisión que tomamos con Patricia, fue una decisión política muy trascendental para ver el trabajo que estábamos haciendo y el reconocimiento que tuvimos también en el extranjero. Estuvimos en Cádiz, Granada, Sevilla, Alcalá de Guadaira, Barcelona y en Valencia. Luego, al año siguiente estuvimos presentando en Francia y en Bolivia.

Montaje Libertad de las maravillas, créditos Marco Altamirano Vincularte
Montaje Libertad de las maravillas, créditos Marco Altamirano Vincularte

-¿Qué significaron para la compañía estos viajes?

Por ahí se forjó profesionalización del trabajo y de entender la responsabilidad histórica que teníamos de sembrar un camino a través del teatro en Chiloé, que quizás no se había hecho tanto. Los procesos de autoría de mujeres chilotas en el teatro, crear obras que estuvieran contextualizadas hoy día, con el extractivismo en Chiloé; contextualizar un trabajo a los hechos históricos de nuestro archipiélago con una mirada crítica.

Nosotras no pretendemos crear de la manera en que crean los europeos, entonces fuimos entendiendo que la compañía no iba a poder tener esa forma, porque nosotras no teníamos esas aspiraciones. Ahora que estamos cumpliendo 10 años nos dimos cuenta que cada obra tiene su grupo de trabajo, o sea, si bien hay un núcleo, que somos nosotras, hay mucha gente trabajando hoy en día en la compañía.

-¿Quiénes componen la compañía?

Asumo la dirección de la compañía y la dirección y dramaturgia de algunas obras. Patricia Águila asume la dirección también de las obras que ella escribe. Camila Pérez Soto ve todas las comunicaciones, y también el trabajo de registro, de archivo, por lo importante que es la memoria, lo audiovisual, la fotografía, las propuestas visuales. En este momento, en la obra “Libertad de las Maravillas», está Pamela Rojas, la Nico Miranda, Misha que es de Perú. En “Nina, la peluca que brilla en la oscuridad”, se sumó Rubén, se sumó Patricio en la técnica, que no es la misma persona que hace la técnica en “Brotes de Sol y Luna”, por ejemplo, o en “Archipiélago de Libros Navegantes». En las gráficas está kassandra y Eduardo.

La mayoría de las personas somos del archipiélago, que es algo importante para nosotras. Durante estos 10 años han colaborado muchísimas personas en el trabajo de Okliria, que es lo que ha permitido que se mantenga en el tiempo y de lo cual estoy muy agradecida, porque se han forjado por afinidades en la visión de vida y del oficio.

Montaje Nina, la peluca que brilla en la oscuridad - Camila Pérez Soto
Montaje Nina, la peluca que brilla en la oscuridad – Camila Pérez Soto

-¿Qué motiva el trabajo de la compañía?

Okliria Oficio Escénico presenta una propuesta política servicial a la defensa territorial. Y cuando hablamos de defensa territorial, estamos hablando de defensa de la cultura, de la memoria, un posicionamiento también en torno a la clase, al territorio, al patriarcado, al capitalismo. Y esa propuesta política es un camino de vida.

-¿Qué significa estar cumpliendo 10 años de trabajo en esta disciplina?

Es un triunfo sostener un trabajo grupal. Siendo joven hay mucho que aprender, y en eso hay aciertos y errores. Esto es parte de ir mejorando, porque el oficio se aprende haciendo, no hay otra manera. Es mucha paciencia la de unir personas entorno a una creación, en este tiempo que es tan difícil agruparse. Sostener los proyectos, donde también el neoliberalismo en Chile ha hecho que se caigan los proyectos culturales, más cuando son autogestionados. Cuando soñé la compañía yo tenía 20 años, y siempre pensé que iba a ser un trabajo de por vida, proyecté mínimo 50 años de trabajo.

Estamos en los primeros 10 años. Una niña que tiene 10 años es una niña que está aprendiendo a vivir, o un árbol que tiene 10 años aún no ha crecido tanto. Por eso, en este tiempo reconocemos el camino recorrido en el que se han presentado los lineamientos políticos del proyecto, donde también nos hemos encontrado en una grupalidad donde hay muchas certezas, pero siguen habiendo muchas dudas. La fuerza que nos hace continuar es la recepción de nuestro trabajo cuando lo presentamos o guiamos procesos pedagógicos. En eso hay muchas claridades que hacen que nos proyectemos para la nueva década que comienza, camino a los 20 años.  Es hermoso poder decir, vamos con 10 años de un proyecto político creativo, en el archipiélago de Chilwe, con una mirada profundamente crítica al colonialismo y al patriarcado. Sabemos lo que estamos haciendo, sabemos que estamos haciendo historia, por lo tanto, con esa responsabilidad tomamos todo lo que hacemos. Hay un reconocimiento territorial, y siento que ese es el triunfo que tenemos, que tenemos el apoyo y el respaldo de nuestra tierra chilweña.

Montaje Libertad de las maravillas, créditos Camila Pérez Soto
Montaje Libertad de las maravillas, créditos Camila Pérez Soto

-¿Cómo van a celebrar estos 10 años?

Cumplimos en primavera los 10 años, entonces estaremos desde octubre 2025 hasta la otra primavera de octubre 2026 celebrando. Empezamos con una gira en la región de Los Lagos, con tres montajes distintos. Luego nos fuimos por el lado de Chaitén a Ayakara y Caleta Buill con el proyecto de la Bibliolancha Cultura Itinerante. Durante noviembre presentamos en Quilquico y Quemchi. También, ha habido fechas conmemorativas en torno al teatro con funciones en Quellón y Castro. La semana pasada realizamos un conversatorio en la ULA “Creación situada Chilweña Okliria 10 años, con estudiantes de la carrera de psicología, en donde compartimos los procesos de investigación que hacemos. Ahora estamos de viaje, nos vamos a celebrar para la Patagonia, a Villa O’Higgins y Caleta Tortel.

Abriremos el 2026 en enero con una gira en Perú, específicamente en el territorio de Cusco y sus alrededores. En febrero regresaremos a Chiloé a seguir trabajando acá. Y durante el año hay fechas que todavía quedan por confirmar hasta octubre.

-¿Cuáles son las proyecciones de la compañía?

La proyección de Okliria es que trascienda a ser solo un trabajo escénico. La idea es que se profundicen aún más todas las disciplinas que viven dentro de la compañía y todas las disciplinas que lleva cada una de las integrantes y de las colaboradoras también, que son un montón.

Queremos que se pueda visibilizar también el proceso de investigación en torno al trabajo artístico, en torno a la educación artística, en torno a la creación situada con identidad territorial chilota y mapuche williche; que se asuma este trabajo como un medio de comunicación, que puede fortalecer o distorsionar la memoria de un pueblo, que se vea con esa responsabilidad.

También proyectamos seguir haciendo alianzas y colaboraciones con otros países en Latinoamérica, en el Abya Yala, continuar con esta fuerza latinoamericana descolonizadora. Sería maravilloso que se siga haciendo entre mujeres y disidencias. También estamos abiertas a la co-creación con colegas hombres, con compañeros que tienen una perspectiva crítica en torno al patriarcado. Esa es la proyección: seguir estudiando, aprendiendo, enseñando, explorando también entre nosotras. Y seguir encontrándonos con las personas que sueñan, que creen y que confían también en otras estructuras políticas de vida.

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