No hay ningún chileno, esto debe ser como una característica de los chilenos, que no haya dicho “sí, nosotros vinimos, pero aportamos mucho al país” o, “nos quedamos porque también dimos todo lo que teníamos que dar”. Y a veces uno piensa que eso pueden ser como formas de ocultar otros procesos, otras historias, otras memorias, y de cómo también se va desvaneciendo la historia del exilio y se va construyendo otra.
El tango infinito. Un diálogo imaginario con Horacio Ferrer
Al sur no sé si se llega, o si en realidad se lleva, se padece, se carga, indefectiblemente se ama. Es el sur universal de las pasiones irracionales de la artesanía cotidiana, no el sur global de las especialidades, del urbanismo y la sociología, que poco viene al caso.
“El Caribe no es solamente Cuba”. Una conversación con Rodrigo Quesada Monge
Hay ahí una larga tradición de una América Central revolucionaria, y eso hay que recuperarlo. Pero, también hay que traer a América Central, hay que traer al Caribe aquella gente que ha reflexionado sobre el imperialismo, hay que traer a nuestro contexto a Rosa Luxemburgo, y también a Lenin.
Dicen que dicen de Carlos Gardel
Dicen que Gardel, Razzano y Ricardo pasaron por Chile el año en que comenzaba el siglo XX. Dicen que no vinieron para celebrarlo precisamente. Quizás porque el siglo comenzó en el sur casi cuarenta años después.
La última chamarrita de Alfredo Zitarrosa
Alfredo Zitarrosa nació Iribarne, con un aire vasco iparralde, hijo de Jesusa Blanca Nieve. A los pocos años, por viajes de su madre, Alfredo pasó al cuidado de los Durán-Carbajal, siempre en Montevideo. El “Pocho” Durán, ahora algo gallego, era un niño curioso, incluso ajeno recuerda Zitarrosa: “Yo era un niño muy complicado. Me recuerdo a mí mismo a los 7 años, pensaba en lo extraño que resultaba que de la unión de mi madre y mi padre hubiera nacido yo y no otro. Me parecía maravilloso”.
¿A quién canta Astor Piazzolla?
Como muchos descendientes de italianos, de esos que por razones casi infinitas vienen surcando los mares desde el siglo XVI, Piazzolla pensó que sería en el boxeo donde encontraría su lugar en el mundo (o al menos en Nueva York).
Luis Rivano, terrorista
Por Ángelo Narváez / No sé cuándo tocó el éxito a la puerta de Rivano, y tampoco sé si lo que Rivano entendía por éxito en 1971 es lo que hoy damos a entender por éxito. (Quizás, y sólo a modo de hipótesis, que Roberto Placilla, “matón a sueldo y distribuidor de drogas heroicas”, leyera Hijo de ladrón suponía para Rivano el éxito de Rojas