La trilogía Memorias invertidas realiza un ejercicio con el que estábamos en deuda. Se trata de apostar por reconstruir una historia propia, crear la secuencia de los acontecimientos políticos llevados a la ficción dramática y enfrentar las dificultades de un pasado que se encuentra, a la vez, demasiado distante y aún sin resolver. Funcionará ahora como una coordenada que ancla escénicamente el empeño que otras producciones culturales maricas han venido haciendo en las últimas décadas: reivindicar una memoria rosa, torcida. O inventarla ahí donde lo que aparece son los vacíos, mezclando tiempos, leyendo los archivos a contrapelo y haciendo un mínimo de justicia al recordar a quienes pusieron el cuerpo antes que nosotres.
Re-vueltas gráficas: multitudes para cambiar la vida (o, un archivo de las rebeldías hechas imagen)
Guiada por la cita de Julieta Kirkwood que nos recibe al entrar a la sala, Re-vueltas gráficas pone a disposición un mapa de nuestras rebeldías puestas en lo público. Reclamamos, así, una historia alternativa, una memoria que nos entrega fuerzas para recomenzar el trabajo largo –inacabado e inacabable– de vivir dignamente.
Seis o siete ideas sobre racismo y anti-racismo
Incluso antes del colapso de Europa bajo el fascismo, los movimientos anti-coloniales del Tercer Mundo y las luchas afro-estadounidenses tuvieron variados puntos de encuentro. Sea la diáspora afrodescendiente del Caribe –con sus conexiones entre Londres, París, Harlem y La Habana– o la posterior complicidad entre las expresiones del poder negro y los movimientos de liberación nacional
“¿De qué te sirve un intelectual que no tiene la capacidad de ser un espejo crítico para su sociedad?”. Entrevista a Atilio Borón.
A mí me interesa el tema de los intelectuales porque, si hay un elemento fundamental en la batalla contra el neoliberalismo –este sistema salvaje que nos han impuesto en gran parte del mundo– es hacer una batalla de ideas para convencer a la gente, demostrar que por este camino vamos a la destrucción.
Demasiada libertad sexual les convertirá en terroristas: lenguajes, subversiones y los desafíos de la disidencia sexual
¿Quiere esta obra ser una experiencia pedagógica desde la disidencia sexual? Hay no poco potencial en esta apropiación de un tipo de discurso académico dentro de un contexto de creación con finalidades políticas. El mecanismo no es nuevo, por cierto, y ha tenido iteraciones diversas al menos desde Brecht hacia acá. Todo esto, asumo, lo sabe el equipo de la obra, y espero que la observación no sea leída como una reducción pedestre de lo que es un empeño más complejo y ambicioso.
Para Roberto Fernández Retamar desde su (Tercer) Mundo
Sea por la pena o la sorpresa, nos aferramos a un conjunto de hechos discretos que nos permiten elaborar el sentido de una vida que ya no está y que, sabemos, ha impactado a tantas otras vidas.