El lente de Antonio Flores García captura las movilizaciones realizadas en el DF durante ese emotivo y doloroso día para las y los mexicanos.
Después del 68. Transformación de la protesta estudiantil en la calle y las aulas
La memoria se mantuvo viva dentro de las aulas universitarias, ahí donde no llegó ni la censura ni la vigilancia del gobierno, en ese entorno se rememoraron los hechos que habían vivido los estudiantes y maestros, y la fueron legando a las siguientes generaciones. Así, desde ese momento surgió la frase que al día de hoy se mantiene vigente y que guía la búsqueda de justicia: “dos de octubre, no se olvida”.