«Porque me vuelvo hacia el pasado, veo hacia el futuro», escribió Kierkegaard, consciente de que los interminables reordenamientos de la vida están siempre vinculados al cambio. En esencia, el cambio y la transformación implican una elección; un acto que encarna nuestra insistencia en la pregunta por el destino, por lo que sucede, por la memoria, por el ahora respecto del antes y el después. ¿Qué había aquí? ¿Es este el resultado de un destino inmutable? ¿Qué habrá después?
La historia, el gran relato, es también resultado de una elección. Una operación selectiva sobre la memoria, donde al elegirse una cosa sobre otra lo que se elige se transforma en algo, dejando de ser nada. Luego ese algo ocupa el lugar del todo, y lo otro queda por descarte fuera de la realidad: ya se ha hecho la elección, ya se ha realizado el cambio, ya es irreversible.
En esa operación no es sobre nada que se crea algo. Cuando se elige por sobre algo, aparece en acto el deseo de olvido, la intención de borrar, de transformar ese algo en nada. Es en la elección junto a la intención que se forjaría el destino. Así, por ejemplo, en el rumbo de un navegante se alojó la existencia de esta ciudad; la eliminación de uno de los caudales del Mapocho; el desarme del algo que esta ya era, de lo que otro hombre antes había armado; lo mismo aquel respecto de la flora y fauna que aquí se encontraba.
Aún a propósito de ello, los dibujos de Paulina no remiten a la historia, sino al destino y la transformación de esta parte del planeta en lo que hoy conocemos como Santiago de Chile. Montados específicamente en esta galería –en Plaza de Armas, núcleo y centro histórico de Santiago–, grafican la ciudad como cuestionamiento por lo acontecido y por la verdadera memoria de la historia.
«¿Qué tuvo que desaparecer?» es un conjunto de obras creadas desde un acto (re)creativo de la imagen de nuestra ciudad y sus pasados, en plural. Indagando gráficamente en las capas terrestres que la soportan, la mano de la artista hace de testigo de la memoria de la tierra. Y entonces, más allá de la historia y del tiempo, tratan la imposibilidad de definir si el cambio y la transformación obedecen más a la lógica del azar o de la voluntad, del accidente o de la convicción, de la causalidad o de la casualidad, de lo posible o de lo real.
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