Sángrate agua. Poesía reunida (2003-2024) es el más reciente libro de la profesora y poeta mapuche Roxana Miranda Rupailaf. Integrado por cinco publicaciones y un corpus inédito, Editorial Universidad de Valparaíso trae una cuidada edición de -a la fecha- la obra completa de la creadora, que será presentada este viernes 20 en la Furia del Libro.
Con el prólogo de Héctor Hernández Montecinos, Ediciones Universidad de Valparaíso publicó recientemente Sángrate agua. Poesía reunida (2003-2024), de Roxana Miranda Rupailaf (Osorno, 1982). El volumen reúne los libros Las tentaciones de Eva (2003), la edición bilingüe español-mapudungun de Seducción de los venenos (2008), Shumpall (2011), Trewa Ko, (también bilingüe; 2018) y Kewakafe (2022), además de los poemas inéditos agrupados en Una sombra que me gusta (2024).
Más de veinte años de creación poética al que pude aproximarme el año 2021 con Zewpé mapu, antología publicada por Editorial Aparte de Arica. Sobre ese libro sostuvimos una conversación en la que ahondamos en los tópicos que atraviesan su imaginario literario: la lengua mapuche, la naturaleza, los afectos, la sensualidad…
En esta oportunidad, la creadora publica su obra reunida, proceso que describe como un “acontecimiento”. Sángrate Agua será presentado este viernes 20 a las 18:00 hrs. en la Furia del Libro.
***
–Ya habíamos conversado por un libro compilatorio. Esta cuidada edición es una nueva oportunidad para encontrarte con tu trayectoria literaria tras el Zewpé mapu de Editorial Aparte. ¿Qué particularidades viviste en este nuevo proceso?
Lo de “Zewpé Mapu” de Editorial Aparte es una antología, una selección muy cuidada que llevó a cabo Rolando Martínez. Las particularidades de este nuevo proceso, tienen que ver con la lectura de una obra completa, una narrativa poética que se desliza por cada uno de los libros y los va urdiendo. En lo personal, me ha hecho pensar también en esto de mirar hacia atrás para avanzar, ver qué elementos se reiteran en mi vida y en mi propia poética. Destaco el diálogo con la editora y la cuidada edición que trabajaron con motivo de este acontecimiento en mi carrera literaria.
-En esta obra se suma el libro sobre el boxeo publicado por Provincianos Editores – Kewakafe– y un corpus inédito, Una sombra que me gusta. ¿Qué hay de particular para ti en estos últimos poemas?
Respecto a estas dos últimas publicaciones creo que, por fin, aparece la ciudad. Esa es una particularidad, porque los libros anteriores estaban anclados a la naturaleza. Luego, también surge con más claridad el tema de la violencia y todos sus matices.
-Puede ser una banalidad, pero lo pensé cuando recibí el libro. La edición de Aparte es naranja. En Sángrate agua predominan armoniosamente dispuestos los tonos azules. ¿Tienes alguna predilección por estos colores?
Las propuestas de portada las realiza la editorial. En el caso de Aparte, me hizo mucho sentido porque generalmente las manzanas se piensan rojas, y esta manzana amarilla de la portada creo que representa a las manzanas limonas, las manzanas de la estación, aquellas que están en plena madurez. Respecto a Sángrate agua, es una pintura de Concepción Balmes y me gusta porque mi obra está relacionada con el mar y con el nadar libre sobre este mar que también está representado por los sueños, las luces de un mundo, un mar interior propio.
-En esa misma línea, Zewpé mapu significa ‘Hágase la tierra’. Ahora titulaste (o titularon) con el agua. ¿Qué cambios hay tras esa elección de materia?, ¿qué representa?
Ambos son versos del libro Seducción de los venenos (2008). En el caso de Hágase la tierra, es la creación del universo desde lo femenino y desde un territorio sur. Sángrate agua responde a esta misma voz: “Sángrate agua, llueve / de relámpagos hiere”, dicen los versos originales que están hablando desde una voz activa, que propone, que imagina, que realiza. Los elementos están ahí porque son parte de la creación universal de esta voz que emerge desde la primera publicación siendo una Eva creadora del cosmos, de su paraíso propio.
-¿En este tiempo, has visto cambios o movimiento nuevos en el campo de la poesía mapuche?
Creo que hay importantes cambios. Es una poesía que goza de vitalidad, diversidad y resignificación. Hoy existe un gran número de escritores y escritoras que están movilizando la poesía a otros espacios territoriales y corporales como la performance y la diversidad sexual; entre ellos destacan: Lady Kutral, Matías Wirimilla, Valentina Paillaleve y la escritora williche Sara Aucapán. Así también puedo señalar que los escritores ya consagrados siguen produciendo obras que renuevan las poéticas indígenas no solo de Chile, si no de Latinoamérica, me refiero a Elicura Chihuailaf, Graciela Huinao, Jaime Huenún, Daniela Catrileo, Bernardo Colipan, Leonel Lienlaf, entre muchos otros.
-¿Cuáles son tus actuales y próximas preocupaciones poéticas? ¿Qué temas tienes en la mira para seguir escribiendo?
Por lo pronto, terminar el libro Una sombra que me gusta, y siempre regresar poéticamente al territorio de la memoria.
Perfil del autor/a: