Dura apenas 10 minutos y aún hoy, 55 años después, esos 10 minutos te sumergen en un tiempo histórico imponente y conmovedor, electrificado por la descarga de los siglos en la vieja lucha de los oprimidos por dejar de serlo. Su vigencia reside en su capacidad de articular un discurso crítico y radical sin adoptar un rol aleccionador ante el espectador.
¡Caramba, Corina!
La crónica roja femenina tiene un rol importantísimo en el adoctrinamiento de una sociedad funcional, donde las mujeres son buenas, no engañan a sus maridos, no abortan a la mano de obra, y no salen de sus casas. La que se sale de la norma, se gana el titular en la crónica roja y un espacio en la memoria popular por décadas.
Aquel mayo tan particular. El 68 visto a través de algunos diarios mexicanos
Los diarios, en particular aquellos ubicados en la capital del país, mostraron una faceta proclive a la defensa del orden económico y social que el gobierno de turno trataba de mantener.
El día que juntos recuperamos nuestro mar
Esas banderas significaban el mar para Bolivia. Esas banderas era todo el mar que Bolivia podía en ese momento presentar como suyo.
Después del 68. Transformación de la protesta estudiantil en la calle y las aulas
La memoria se mantuvo viva dentro de las aulas universitarias, ahí donde no llegó ni la censura ni la vigilancia del gobierno, en ese entorno se rememoraron los hechos que habían vivido los estudiantes y maestros, y la fueron legando a las siguientes generaciones. Así, desde ese momento surgió la frase que al día de hoy se mantiene vigente y que guía la búsqueda de justicia: “dos de octubre, no se olvida”.
Un límite urgente a la ultraderecha
Son pocos, todavía. Pero están, y convocan con entusiasmo, aliándose con la represión policial y el hastío patriarcal que generan las movilizaciones feministas. Va a llegar el día en que van a dejar de ser anecdóticas expresiones violentas que conocimos este año. Ese va a ser el día en que la desidia triunfó sobre la necesidad siempre urgente de declararse antifascistas.
Nelson Villagra: “Me siento exiliado por el neoliberalismo, no por Pinochet”
Lo que nos pasa es que le hemos concedido el derecho a faltarnos el respeto a la burguesía chilena. Yo decía que cuando juramos “dulce patria recibe los votos, con que Chile tus aras juró” no hemos jurado más que a la patria de la burguesía.
Apuntes después del desastre
Costa acude a dibujar con los desperdicios un mapa posterior a la destrucción. Trata de hablar un lenguaje que sea acorde a dichos estragos.