Tripatupe taiñ machi: no más violencia contra la mujer mapuche

/ por La Raza
«Yo recogía yerbas. En los cerros, en las riberas, en los mallines, a orillas del camino también. Hoja por hoja, tallo por tallo, raíz por raíz machacaba, ahumaba, secaba, hervía esas plantitas de Dios. Yo no era nadie, una vieja del campo a lo más, una bruja, una machi flaca y andariega, temida por los niños, buscada por vecinos achacosos. Ahora me veo en el espejo de los diarios, mi cara en banderines, en panfletos, mi nombre por las calles de ciudades en las que nunca estaré. Famosa soy ahora, mientras me queman la lengua y los delirios en una cama del hospital de indios de Nueva Imperial».
Jaime Huenún, 30 de diciembre de 2016
La violencia colonial utiliza el tiempo como una de sus armas silenciosas. Lo vimos este 5 de enero, cuando la Corte de Apelaciones señaló que requería 24 horas para evaluar el recurso de amparo a favor de la machi Francisca Linconao, 24 horas para discutir y resolver lo que ya se ha discutido. Requerir 24 horas más, cuando se sabía que la machi tenía los días contados, es jugar con la agonía. Catorce días de huelga de hambre tuvieron que transcurrir para que la medida cautelar fuera, una vez más, sustituida por arresto domiciliario. Extender el tiempo es encubrir la violencia ejercida, y una huelga de hambre ignorada es un crimen silenciado.