Guerra Florida, territorio poético feraz, contiene zonas, territorios ante los que mi cuerpo se doblega. Mi lectura conmovida asedia a cada uno en su anchura. Mi emoción se encoge o se ensancha ante las entradas, entrecruces, salidas intempestivas, arremetidas, permanencias hermosas, laberintos, (trans)fugas, trayectos, huidas.
Arar el duelo/ sembrar en él. Reseña de «Cuaderno de Croquis» de Rolando Martínez
La escritura, digamos, se transforma en una invocación de ese instante de tránsito donde la vida deja un cuerpo. Gracias a esa necesidad de encarar la pérdida de diferentes maneras tenemos un libro tan rico en montajes que operan en múltiples niveles.
¿Estamos muy lejos de La Pintana?
Porque a pesar de que viaje constantemente, pareciera que el Juan siempre tiene un pasaje guardado de vuelta a La Pintana. Donde hay “balnearios populares como las piscinas en las veredas”, donde “en la calle José Santos González Vera todo es tan claro”.
Un ponencista suelto en Bogotá (cap. XIII y XIV −final)
Esta es una pesadilla con la que ha soñado tantas veces, que ahora que comienza a rielar el decorado y sus personajes, el ponencista no puede sino fascinarse con su horripilante ejecución.
“En lo más banal y cotidiano nos damos cuenta de lo más dramático”, entrevista a Alejandra Costamagna
Lo interesante del archivo es que posibilita la memoria pero al mismo tiempo siempre pone en riesgo esas memorias cerradas que ya se dieron por zanjadas, porque una pieza siempre puede desarticular eso.
Un ponencista suelto en Bogotá (cap. XI y XII)
Ahora bien, si el club nocturno es la noche sin concesiones ni remisión, el “Mol (sic) es su previsible anverso. En su recinto se sucumbe a la luz del día sin sol. Los habitantes se someten a este espacio para vivir bajo la claridad sin calor del reflector.
Alan García, a galope.
Quiso ser el rey, pero nunca pasó de ser un caballo acostumbrado a escapar saltando por encima de todas las piezas que le salían al frente. Al final se encontró acorralado por los peones (jueces y fiscales) que tanto despreciaba. Caballero nomás, Caballo Loco.