Nuestros cuerpos están celebrando la vida, aunque tengamos heridas y dolores en la piel y el corazón. A pesar de los golpes y las violencias que sufrimos, creemos que el motor de las revoluciones que protagonizamos es el amor y el deseo de cambiarlo todo.
¿Economía feminista o economía antipatriarcal?
Esta es una oportunidad para pensar cómo sería una economía que pone la vida y no el lucro en el centro de la actividad humana.