Lady Day habita su condición de afroamericana en el peor periodo de la historia estadounidense para vivirla, cuando la marginación racial era la realidad cotidiana. Sin embargo, el jazz traspasa fronteras y segregaciones en la primera mitad del siglo XX y Billie entra en esa triada fundamental de las cantantes de este alucinante lenguaje musical, junto a Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan.