Coherentemente, la memoria institucionalizada y los actores de la gestión de la memoria, salvo algunas excepciones, desestiman la especificidad de la represión sobre las mujeres y la omiten de sus demandas y quehaceres.
Coherentemente, la memoria institucionalizada y los actores de la gestión de la memoria, salvo algunas excepciones, desestiman la especificidad de la represión sobre las mujeres y la omiten de sus demandas y quehaceres.