“Todo es tan metafórico”, repite ensimismado el hijo de la miserable famila que protagoniza Parásitos. La primera vez lo hace cargando en los brazos la pesada roca que promete traer la prosperidad material a la familia. Pero esa piedra se le pegará al pecho como un chinche y cuando intente deshacerse de ella le romperá la cabeza y el corazón.