El desconocimiento de la historia y la cultura haitiana precisa ser enfrentado para buscar no solo las causas del mismo sino las consecuencias que ello tiene respecto a un país que precisa presentarse a los ojos de Chile como lo que es y no solo negativamente. En este contexto de rechazo que se expresa desde las políticas del Estado y la incomprensión de la sociedad chilena, este libro es una luz que invita a hablar de la lengua y del lenguaje, entendiendo que este último es un instrumento de dominación como de discriminación potente, que implica que una lengua se imponga como la única reconocida o valorada como lengua oficial.