Por mi parte, quisiera resaltar la “urgencia de la literatura” o, mejor dicho, “la literatura de la urgencia”, concepto que me permite dar cuenta de que este libro primero no fue un libro, fue como el mismo autor lo dice: “es la bitácora pobre pero honrada, integrada por una sola persona, su buen amigo Bagdad.” Y esta bitácora se materializó en las redes sociales del autor, quien cada noche escribía y publicaba estos textos.